Con la venia
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Tras la victoria en la Línea ante la Balona hace un par de jornadas, muchos xerecistas hicieron sus cuentas, analizaron el calendario y se vieron clasificados para disputar el play-off de ascenso. La enésima decepción del pasado sábado en Chapín ha llevado la frustración y el enfado en esos mismos aficionados que en el transcurso de una semana y de un resultado adverso han perdido toda la fe en el equipo y en Checa.
Llegados a este punto, me gustaría hacer algunas consideraciones al respecto con el único deseo de crear un debate constructivo entre el aficionado xerecista. En primer lugar, no deberíamos de obviar de dónde venimos. Las ínfulas de grandeza por un pasado mucho más glorioso que la actualidad no deberían cegarnos sobre la realidad de nuestro Xerez CD. Venimos de estar casi desaparecidos, casi sin afición, de hecho nos faltan muchos de los que otrora se llamaban xerecistas y deportivamente venimos de Tercera División.
A la hora de analizar la temporada del Xerez, estaremos de acuerdo en que si no se consigue clasificar el equipo para la fase de ascenso ha sido por los desastrosos resultados como equipo local. En este sentido, entiendo que habría que analizar con detenimiento las causas de tan malos resultados en Chapín. Uno es histórico, el estadio Chapín y su pista de atletismo facilitan la tranquilidad a la hora de jugar al equipo contrario y, sin VAR, a la hora de arbitrar al colegiado de turno. Por eso, estadios como el Reale Arena de San Sebastián perdieron su pista de atletismo y acercaron las gradas al campo. El otro es puramente técnico y táctico, el equipo que dirige Checa no ha sabido cerrar los partidos cuando el marcador era favorable pero exiguo. En este último partido el entrenador azulino, como casi siempre, se ha culpado del empate ante el descendido Don Benito.
En cualquier caso, si no saber cerrar un partido es grave para un equipo que quiere conseguir objetivos importantes, entiendo que la falta de concreción cara a la meta contraria es más grave aún. Salvo algunos partidos en el que el Xerez ha sido claramente superado por su rival, en la gran mayaría de encuentros de esta temporada, el equipo de Checa ha creado muchas más ocasiones de gol que sus oponentes, en casa y como visitante, pero la falta de puntería y acierto han sido determinantes. Sin ir más lejos, en el último partido se pudo y se debió haber ido al descanso con una renta mucho mayor.
Ahora quedan los tres últimos partidos, las opciones de clasificación siguen existiendo, las cuentas del Xerez todavía pueden salir. En cualquier caso podemos pedir dimisiones, buscar culpables, señalar a jugadores, cuerpo técnico y directivos o, por el contrario, dejarnos de hacer tantas cábalas y seguir apoyando como hasta la fecha, dentro y fuera de Chapín, en estos tres últimos partidos a un equipo que muchos dieron por muerto, un equipo llamado Xerez Club Deportivo.
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