Trampantojo
Colonialismo, centralismo y arte
La ciudad y los días
Denunciado el “colonialismo museístico” y el “centralismo en materia artística”, Adelante Andalucía presentará una Proposición No de Ley para recuperar las obras de arte andaluzas que se han “expoliado”, repartiéndose por museos de Madrid y del extranjero. Aunque la centralización de obras de arte de un mismo país a partir de la creación de los museos nacionales –herencia de la Ilustración, por cierto– sea una cuestión distinta a la de los “expolios” del arte egipcio, griego o mesopotámico, ya que unen colonialismo y centralismo, y aluden a “la adquisición de obras históricas en los últimos siglos por los museos del Louvre, el Británico o los Vaticanos”, creo que sobre esta cuestión hay algo (políticamente incorrecto, lo sé) que decir.
Los tesoros del arte egipcio fueron descubiertos, tras siglos de olvido, por los estudiosos que acompañaron a Napoleón, inicio de la egiptología, y después por arqueólogos franceses, italianos, alemanes y sobre todo ingleses, llenando los museos de Londres, París, Turín, Roma o Berlín. ¿Expolio? Sí, pero llevado a cabo por quienes descubrieron, estudiaron y conservaron lo que durante siglos habían ignorado quienes vivieron sobre las tierras del antiguo Egipto.
Caso distinto, por el peso que esa cultura tuvo sobre Occidente, es el del arte griego. Aunque también parecido. Los turcos convirtieron la Acrópolis en un fortín y el Partenón en un polvorín que, al estallar por los bombardeos del almirante veneciano Francesco Morosini en 1687, dejó relieves y estatuas esparcidas por el suelo. “Es terrible que las tan admirables esculturas que todavía se conservan en este edificio con toda probabilidad se vayan a perder a causa de ese ignorante desprecio y de la brutal violencia que se ejerce sobre ellas”, escribía Richard Chandler en 1770. En 1803 lord Elgin las llevó al Museo Británico. ¿Expoliación o salvación? Lo mismo puede decirse de las excavaciones inglesas, francesas y alemanas que trasladaron la Puerta de Ishtar al Museo de Pérgamo en Berlín o los leones alados al Louvre y al Museo Británico. No creo que tengan mucho que ver con las actuales Siria e Irak, donde los islamistas han destruido tantas obras de arte. ¿Expolios? Sí. ¿Estudio de lo que quienes allí vivían ignoraron o despreciaron y salvación de las obras? También. El caso andaluz no es el mismo, pero se empieza mal un debate aludiendo al “colonialismo museístico”.
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