Confabulario
Manuel Gregorio González
V aleriana
Vía Augusta
Anda la oposición rasgándose las vestiduras en las Cortes Generales por haber descubierto tarde y mal que han colaborado en un cambio legislativo que supondrá beneficios penitenciarios para convictos etarras condenados por delitos de sangre: votaron a favor de cambiar una ley orgánica en el Congreso que ni siquiera han acertado a vetar o enmendar en el Senado y que se aprobará en unos días sin capacidad de rectificación.
La modificación de la ley orgánica 7/2014, sobre intercambio de información de antecedentes penales y consideración de resoluciones penales en la Unión Europea, que fue enviada por el Gobierno en principio impoluta, viró de manera radical a finales de julio al incluirse una enmienda para eliminar la disposición adicional única, introducida hace diez años por el Gobierno de Mariano Rajoy para que la directiva europea que se trasponía no redujese el tiempo efectivo que debían pasar en prisión los etarras. No la presentó ni EH Bildu, ni siquiera el PSOE, sino el otro partido coaligado en el Gobierno: Sumar. Un detalle indiciario de que perseguían el engaño. Como lo es que tampoco lo advirtiesen de primeras las asociaciones de víctimas del terrorismo.
Por estulticia o por negligencia –a cual peor– PP y Vox votaron el 18 de septiembre en el Congreso a favor hasta lograr un pleno de 345 luces verdes en el hemiciclo: unanimidad de los diputados presentes. Y nada dijeron hasta que El Confidencial desveló las consecuencias reales del cambio legal. Y eso que el mismo diario digital había informado dos semanas antes que Bildu estaba buscando excarcelar presos mediante el cómputo de penas en Francia.
Si gravísimo es que hayan sido avalistas de este cambio legislativo, con una torpeza supina porque los antecedentes son claros respecto a cómo se maneja el Gobierno, aún peor ha sido la reacción, singularmente la del PP de un Alberto Núñez Feijóo contumaz. Lejos de asumir su propia responsabilidad, que exigía a mi juicio la entrega del acta de varios diputados, la sobreactuación en la que han incurrido ahonda en la complicidad con el Ejecutivo de PSOE y Sumar. Las intervenciones de Feijóo, y aún peor la de Miguel Tellado (que pide a gritos ser relevado y devuelto a Galicia) sólo sirven para ocultar en este vergonzante episodio lo fundamental: que igual que Pedro Sánchez compró de forma políticamente corrupta los siete votos de Junts con el borrado de los delitos cometidos en el procés, a Bildu le está pagando sus seis apoyos a la investidura, cuya contraprestación se ocultó deliberadamente, con la excarcelación anticipada de etarras.
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Gracias, Errejón