La esquina
José Aguilar
¿Tiene pruebas Aldama?
Tribuna libre
EN la década de los años 20 del pasado siglo, Jerez pudo convertirse en una de las zonas productoras de tabaco en España. De forma experimental, se plantaron en 1.927 210.00 plantones de tabaco en el Rancho de Rosa Celeste, terrenos hoy cercanos al actual campus universitario. El proyecto estuvo impulsado por el médico, bodeguero y político, Fermín Aranda y Fernández-Caballero, quien llegaría a ser el diputado del Partido Republicano Radical en 1931. Aranda pretendía introducir este cultivo comercial en Jerez, convencido de que traería unas buenas perspectivas al agro jerezano. El ensayo no pudo ser más satisfactorio. La temperatura y la humedad relativa del clima de Jerez, cercano al mar, provocaron una cosecha abundante y de gran calidad. Además, el cultivo del tabaco demandaba una gran cantidad de mano de obra, por lo que podía aliviar las grandes necesidades que padecían los campesinos jerezanos.
Sin embargo, los intereses comerciales de la Compañía Arrendataria de Tabacos, monopolio recién creado por Primo de Rivera, dieron al traste con las posibilidades de cultivarse tabaco en Jerez. Al monopolio tabacalero le era más rentable traer el tabaco de fuera, sobre todo de Cuba y Centroamérica, que producirlo en España, donde los salarios pírricos de los campesinos españoles eran todavía más altos que el régimen de semiesclavitud en el que se encontraban los trabajadores caribeños. Por este motivo, el gobierno limitó las explotaciones tabaqueras en España a sólo 2.000 hectáreas, que después fue reduciendo. De esta forma, los deseos de progreso social del humanista jerezano Fermín Aranda se chocaron de frente con el muro de los intereses comerciales. Sin duda, el cultivo del tabaco pudo ayudar a paliar la continua crisis agraria que sufría el marco jerezano. No pudo ser.
En las fotos se observan los plantones de tabaco en el Rancho de Rosa Celeste en el momento de su recolección. Entre los fotografiados se encuentran el médico y político republicano Fermín Aranda, con su amplia barba, así como el hacendado jerezano Salvador Camacho y el director de "Mundo Gráfico", José Campúa, que visitó en 1927 la instalación agraria. Las fotos fueron realizadas por Pan Elberto y reproducidas en Mundo Gráfico el 31 de agosto de 1.927
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