
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La hora de Mazón
Jerez íntimo
Rafael Rodríguez Almodóvar, hombre de vasta cultura, escritor de prosa certera (q. s. s. g. g.), dijo varias horas antes de la salida de las cofradías del Domingo de Ramos lo siguiente: “En esta fiesta aparece nuestra ciudad engalanada con todos los encantos de la Naturaleza. Los hermosos y verdes naranjos abren su flor de azahar, embalsamando el aire en perfume celestial que, junto a la belleza de la mujer, ataviada en estos días con seria mantilla, parece que nos traspasa, al contemplarla, a otra esfera más espiritual y sublime que la realidad de la vida; el cielo deja ver, en la noche brillante, estrellas que, en cortejo luminoso, parece que acompañan a nuestras Veneradas Imágenes, pues relucen más que nunca, y el aire suave acaricia nuestro rostro, trayendo a su paso átomos de lágrimas de nuestra Madre”.
Los jerezanos se echaron a la calle el Viernes de Dolores. Celebraron su día las señoras Dolores Sanjuán, viuda de Pemartín; Dolores Montero, viuda de Reyes; Dolores González Almeida, de Pozo; Dolores Valderas, viuda de Reyes; Dolores González, de Guerrero; Dolores González, de Casteleiro; Dolores Molins, viuda de Cruz; Dolores Gutiérrez de Quijano, viuda de Castillo; Dolores Durán, viuda de Cuadra (Fernando); Dolores García, de la Cuadra (Alfonso); Dolores Velarde, de Nover; Dolores Gutiérrez Ozores; la señora marquesa de Arizón; María de los Dolores Sánchez, de Cuvillo; Dolores Roldán, viuda de Díaz Casas; Dolores Lorente, de Roldán Romero; Dolores Lorente, de Llamas. Y las señoritas de Romero Palomo, Marina Reyes, Caña Humanes, Hernández Rodríguez, Cala Rodríguez, Barea y Figueroa, Guerrero González, Castillo y Gutiérrez de Quijano, Figueroa Mayo, Díaz Roldán, Cuvillo Sancho, Cordero Benítez, Roldán Lorente, O’ferral, González Castro…
Los cofrades de las Angustias asisten al solemne septenario. Por la mañana, a la diez, misa rezada. Por la tarde, a las siete y media, estación mayor, Corona Dolorosa, letanía, oraciones propias del septenario y sermón a cargo del reverendo padre fray Hilarión Sánchez Carracedo, carmelita calzado, terminándose con versículos del Miserere, Stabat mater, bendición y reserva de su Divina Majestad. El referido Viernes de Dolores, a las diez y media, Función Principal, estando el panegírico a cargo del mencionado orador sagrado. La Hermandad del Mayor Dolor igualmente celebró Función Principal presidida por José Díaz Arnosa, beneficiado de la Real e Insigne Iglesia Metropolitana de Sevilla. El mismo día, a las nueve de la mañana, misa de comunión general obligatoria para todos los cofrades, sirviendo para cumplir “el Precepto Pascual” y, por la noche, procesión claustral con su Divina Majestad y, tras la reserva, solemne responso por los cofrades fallecidos.
Los comercios mantenían abiertas sus puertas en esta jornada tan señalada. Así, por ejemplo, en calle Santa María 15, Foto Fiallo: retratos de calidad, ampliaciones y reproducciones de cualquier retrato de todos los tamaños, miniaturas, esmaltes, fotoespejos, marcos y molduras de todas clases, trabajos de aficionados perfectamente hechos, 3 carnets por 1,50 pesetas y entregados al día siguiente. O, en calle Caballeros 17, Paulino: Salón Madrid, peluquería de señoras: permanente de ricitos (permanentes de todos los sistemas, tintes y decoloraciones), “casa dotada con los aparatos más modernos que el arte hoy requiere”. En calle Arcos 27, Julián y Crescencia, peluqueros para señora (permanentes, ondas, ricitos y tirabuzones), sin corriente eléctrica. Los excesos de ácidos, dolores y ardentías desaparecían con Gastrinal. Fornos, el gran café-bar-restaurante, recibía encargos para bodas y banquetes. Manuel González de la Peña y Reyes era el subdirector en la provincia de Cádiz de ‘Lucero’, compañía española de seguros -contra incendios, edificios, bodegas, mobiliarios, vinos, cosechas, comercios- con oficinas en Jerez de la Frontera, calle Ingeniero González Quijano 39. Y, otra compañía de seguros, ‘Adriática’, establecida en la sevillana Avenida José Antonio Primo de Rivera 2, contaba en Jerez con la suya sita en calle San Miguel 17 -siendo José Tocón Ayala el subdirector para el ramo de incendios-.
Casa Palacio destacaba como fábrica de losetas de cemento y piedra artificial: artículos sanitarios, bañeras, lavabos, bidets, inodoros, calentadores, duchas, accesorios, azulejos de todas clases, zócalos de dibujos, alicatados de azulejos finos para cuartos de baño, material de construcción, instalaciones de calefacción… Laboratorio y productos ‘Duroma’, en Plaza San Marcos 12: Limpiazan Azul en polvo, ideal para limpiar bañeras, lavabos, mármoles y porcelanas -en tacos (asperón) para pisos y cocinas-; ‘Alegría’, “polvos jabonosos y perfumados para lavar las manos exquisitamente. Estos productos no deben faltar en el tocador de la mujer elegante”. Para vinos y coñacs, Marqués del Mérito. ¿Un brindis de calidad? Jandilla, de Domecq. Los jerezanos estuvieron atentos a la segunda remesa “triunfal” de los exquisitos chocolates ‘Viso’, que nuevamente podían adquirirse en 34 establecimientos de ultramarinos y en las 5 confiterías a las que el público daba especial preferencia. Propios y extraños se deshacían en elogios a favor de este sabor único: chocolates ‘Viso’ de vainilla, leche y almendra. Para cerveza, la Cruz del Campo. En la calle José Antonio Primo de Rivera 65 daban razón de la venta de una máquina de escribir portable Underwood. También se puso a la venta, por no poder su dueño atender el negocio, el bar ‘La Peñita’, en calle Pérez Galdós. ¿La tapa más solicitada en los bares? Sin duda, la ensaladilla. “¿Qué tendrá la ensaladilla?”, se preguntaba don Mendo.
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