Marco Antonio Velo
En la prematura muerte del jerezano Lucas Lorente (I)
DÍA de estrenos, día de entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Antifaces y capataces, nazarenos y penitentes; bandas de música, cornetas y tambores. Rezo y penitencia, veneraciones y cante por seguiriya corta de Jerez en forma de saeta. Palcos y calles, carritos de niños en las bullas y caravana de los de chucherías en la calle Porvera.
Semana Santa, Semana de Pasión para todos los gustos y si hace buen tiempo hasta habrá días de playa para los que no se quieran impregnar de olor a incienso o les moleste el corte de calles, dificultad de aparcamientos y bullicio por las calles. La Semana grande del cristiano también es grande para todos. Una Semana Santa que comienza con la campaña electoral y las elecciones a la vuelta de la esquina. Una semana en la que habrá muchos políticos de los buenos. También toman protagonismo en una situación de ‘mejoría de la muerte’ que no resurrección los condenados, ‘seudopolíticuchos’ mamarrachos y mamarrachas que llevarán la procesión por dentro y hasta se autoflagerarán o se darán latigazos ( de los de barra de bares claro).
Otros que han tenido la fortuna por tener la cualidad de mediocre y bajo nivel de entrar en la política e incluso llegar a concejal y delegado, se dedican a sacar pecho y a hacer aspavientos por la calle haciendo como el que habla por el móvil para decir en voz alta cuando pasa andando por al lado de los jerezanos y jerezanas: “Jerez funciona, Jerez ilusiona”.
Que esta payasada la haga un político local especialista en adoquines es para pararse a pensar. Ante tal salida de tono pasaría de ser el ‘niño del adoquín’, a ser el ‘adokinki’. Es la prueba más fiel de la situación que hay en política en perjuicio de los verdaderos políticos y políticas. Se beneficia del hecho de hacerse imprescindible para alguien que se rodea de un perfil muy bajo para que no le hagan sombra. Pero bueno todo el mundo tiene derecho a aspirar a una vida mejor aunque sea a costa de los demás.
El otro día también en la plazuela, calle empedrada plantando un árbol se comenta por el barrio que se acercó una señora y le recriminó al político encargado de plantar el arbolito. Le dijo “menos mal que hacéis algo porque el barrio está abandonado”. Le dijo esas cosas que le suelen decir a los políticos... pero por lo visto le respondió de maneras poco amables a la señora incluso reprochándole su actitud y decirle que “era de derechas” (de manual) en vez de aprovechar la ocasión para ganarse su confianza y su respeto. Este hecho ha sido muy comentado en el barrio y dice poco de un político menos aún si es socialista.
En fin que el nerviosismo se instaura ya el Domingo de Ramos y saca a relucir lo que cada uno llevamos dentro. Por cierto los de colores anaranjados ya se posicionan para ir de promesa en el Santo Entierro o la Mortaja y vaya usté condió.
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