El espíritu del 28-F

ESTE 28-F debe ser algo más que un día festivo, debe tener un marcado carácter reivindicativo. Por eso, los y las socialistas queremos recuperar el espíritu de lucha que dio lugar a nuestro Estatuto de Autonomía, porque con ello defendemos no sólo nuestros derechos y libertades, sino también los valores y principios que diferencian a Andalucía como pueblo.

En este marco de defensa, y de la mano de la ciudadanía, la política debe tomar el protagonismo frente al cuestionamiento y al ataque que están sufriendo los sistemas de protección social por parte del Gobierno central del PP, lo que nos está llevando a situaciones extremas, dramáticas e insolidarias.

Estamos asistiendo a un desmantelamiento total del Estado de Bienestar desencadenado por las denominadas políticas de ajuste y austeridad, que no son más que decisiones cargadas de ideología neoliberal de la derecha de este país y que están provocando la supresión de competencias, la reducción de financiación y el fomento de la privatización de los servicios públicos. Es hora de hacer valer nuestro Estatuto de Autonomía para luchar por la defensa del modelo social y por el mantenimiento de los servicios públicos que tanto nos costó conquistar.

Nuestro Estatuto es la garantía de que Andalucía es y va a seguir siendo tierra de igualdad, de solidaridad y de libertad. Porque autonomía es garantizar una sanidad pública, universal y gratuita; una educación pública de calidad y no segregadora y unos servicios sociales para la ciudadanía en igualdad de condiciones y oportunidades. En Andalucía, la Ley de Dependencia sigue siendo una prioridad, nuestros mayores siguen contando con teleasistencia y las pensiones mínimas y no contributivas suben un 2 por ciento. Hoy, los andaluces y las andaluzas disfrutan de más y mejores servicios públicos que otras comunidades gobernadas por el PP. Y todo ello gracias a que nuestras competencias nos permiten tomar otras decisiones y marcar otro rumbo en unas políticas sociales que están actuando como muro de contención frente a los brutales ataques del Gobierno central.

Los y las socialistas no estamos dispuestos a sacrificar ni uno sólo de nuestros derechos sociales y civiles. Y para ello, tenemos el único Estatuto que se conformó y se desarrolló por la voluntad masiva de un pueblo que lo votó en las urnas. Hoy más que nunca, los andaluces y andaluzas debemos recuperar el espíritu del primer 28-F para volver a construir el presente y el futuro de Andalucía desde la acción política y la complicidad de la ciudadanía. Juntos seremos más fuertes, pero también mejores para construir un futuro esperanzador para nuestra tierra.