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El circo hacía furor entre los niños y adolescentes jerezanos. Era -en paralelo- un espectáculo total consustancial además a la Feria de Jerez. El circo como sinónimo de divertimento familiar, de efecto sorpresa, de calambre risueño en el alambre ajeno. De risas a mandíbula batiente. De impaciencia infantil. De malabarismos sin hostigamientos. Números sensacionales y un descanso de veinte minutos. Equilibristas con pies de pájaros. La música anticipa la salida del artista al redondel de toda virtud. En la Feria de Jerez de 1952 hubo circos en plural. Por ejemplo el Circo Mexicano, con funciones a las 20.00 y a las 22.30 horas. Anunciaba “precios más que populares”. Y especial de 3 pesetas para señoras y niños. También el Circo Americano. Con pistas giratorias, fuentes luminosas y decorados corpóreos. Vestuario del museo romano. ‘El circo de Pompeya: ¡Dos mil años de historia del Circo!’. ¡21 atracciones y 21 profesores! A medida que avanzaban los días el ambiente asimismo crecía en la Feria. A tal fin contribuyeron “las galopadas” en Chapín: deporte hípico que reunía en el hipódromo jerezano a muchísimos aficionados. Y, cómo no, la presencia de turistas en el Real. Así el jueves de Feria se hicieron presentes unos ciento cincuenta marinos del portaviones norteamericano ‘Tarawa’, “surto en el puerto de Gibraltar”. El Ayuntamiento hacía saber que, en vista de la prórroga aprobada a raíz del mal tiempo de las dos primeras jornadas, las atracciones instaladas en el Parque González Hontoria continuarían funcionando hasta el domingo 11.
En efecto durante la jornada del jueves tarde se celebró, en el Campo de Deportes de Chapin, la primera hípica organizada por el Real Jockey Club. El resultado fue el siguiente: Primera carrera: Premio Chapin: ganador “Valaguero”, del depósito de recría y doma de Écija, montado por el capitán Mora, seguido de “Pajarito II”, del comandante Mercy y Gordon, montado por Romero. Segunda carrera: premio “Torresoto”: gana “Tarumba”, de los señores Domecq Rivero Hermanos, montado por A. Carrasco, y a continuación “Espigado”, de Luis Ramos Paul. Tercera carrera: Premio ‘La marina”. Fue el ganador “Chis-chis”, del marqués Casa Arizón, llegando en segundo lugar “Scliman”, del depósito de recría y doma de Écija y montado por A. Rubiales. Cuarta carrera: vence “Cancionera”, de Asociación García Santos-Buendía, montado por A. Carrasco, seguido de “Pretenciosa”, de Álvaro Domecq Díez. Quinta y última carrera: Premio “Domecq”. Ganada por “Sonrojo”, de Asociación García Santos-Buendía, montado por A. Rubiales para seguirle “Cascanueces”, de Domecq Rivero Hermanos, montado por A. Carrasco.
Uno de los momentos más esperados de esta fiesta jerezana es la lectura del fallo del jurado de casetas populares. El acta recogía textualmente que “en la ciudad de Jerez de la Frontera, siendo las trece y treinta horas del día ocho de mayo de mil novecientos cincuenta y dos, se reunieron, bajo la presidencia del séptimo teniente de alcalde señor don Antonio Cuadrado Castillo, los señores don Francisco Paz Genero y don Manuel Esteve Guerrero, que constituyen el Jurado para fallar el Concurso de Casetas Particulares establecidas en el Parque González Hontoria con motivo de la Feria. Después de visitar los distintos locales a que se refiere este concurso acordaron por unanimidad: Primero: Conceder el primer premio consistente en tres mil pesetas a la caseta de la peña ‘Los máscaras’. Segundo: Otorgar el segundo premio de mil quinientas pesetas a la caseta del ‘Club de Amigos Karkomedo’. Tercero: Conceder el tercer premio de quinientas pesetas a la caseta denominada ‘Los Lagartos’, inscrita a nombre de don Nicolás Gago Jiménez. Cuarto: Hacer mención especial en este acta de la caseta instalada por la razón social ‘Fernández Gao Hermanos’, debido a su mérito por el buen gusto y arte con que está confeccionada, no otorgándosele premio por su carácter comercial y publicitario. Quinto: Recomendar al Excmo. Ayuntamiento que, para el futuro y a fin de estimular la instalación del mayor número de casetas, se establezcan dos clases de premios: unos para las instalaciones de tipo netamente familiar y otros para las peñas o sociedades. Este es nuestro fallo, que dictamos y firmamos en el día y lugar antes indicado”. Don Diego Álvarez, representante de la peña ‘Los máscaras’ se mostraba muy agradecido con este indudable éxito, así como considera que aceptaría con igual satisfacción si el premio hubiese recaído en otra caseta.
Como no podía ser menos los toros concitaban el interés de la ciudadanía. El domingo 11 la plaza de toros de Jerez presentaba al gran novillero Morenito de Córdoba. “6 magníficos novillos-toros de la acreditada ganadería de Villamarta para los valientes novilleros Juan Posada, Morenito de Córdoba y Carnicerito. La corrida empezará a las seis menos cuarto”. Estas tres entregas de ‘Jerez íntimo’ han mostrado la Feria del principio de la década de los 50. Para quienes no la vivieron, el saber no ocupa lugar. Para quienes sí, recordar es volver a vivir. Como vivencias inolvidables así hemos experimentado usted y yo en esta ya imborrable Feria 2024 que acabamos de dejar atrás. ¡Cuánto hemos disfrutado y convivido unos con otros apenas sin descanso! Ya en 1946 Luis Pérez Solero se preguntaba en un luminoso soneto “quién le da la fama a la Feria de Jerez”. Quién y qué. La pregunta por descontado no admite una respuesta en singular. ¿Verdad que no?
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