Los festivales flamencos y sus 'pequeños detalles'

Disculpa que te perdone

11 de agosto 2024 - 05:17

LA extensa y rica programación flamenca a lo largo de toda Andalucía y fuera de sus fronteras alcanza una potente actividad a estas alturas del mes de agosto. No hay ni una población que no tenga su partida presupuestaria desde el área de cultura del Ayuntamiento y otras instituciones públicas para llevar a cabo una programación flamenca. Todo ello para ofrecer a sus ciudadanos y ciudadanas lo que entiende su ayuntamiento es lo mejor para que su gente disfrute de las veladas flamencas con artistas de diversas disciplinas como el cante, el toque, el baile y las ponencias o coloquios, exposiciones, reconocimientos, homenajes e imposiciones de medallas y condecoraciones. 

Cuando se ponen en marcha se hacen invitaciones a los diferentes artistas directamente o a través de sus oficinas de representación, mediante los intermediarios en los que depositan la confianza o en el tejido asociativo flamenco como las peñas de cada ciudad para la selección de artistas según cada presupuesto o bien, reciben propuestas para participar en la programación desde cada artista. 

Una vez hecha la selección artística y la selección de la empresa o empresas que van a llevar a cabo la parte técnica (los profesionales de sonido, iluminación, montar escenarios e infraestructuras y espacios escénicos efímeros) se designa ( o deberiá designarse) también a una persona( preferiblemente profesional) como responsable de la producción (llevar a cabo todos y cada uno de los detalles en coordinación con los diferentes equipos de trabajo para que todo salga bien). 

Así las cosas, observamos que muchos festivales y programaciones gozan de un equipo extraordinario y así tienen el gran reconocimiento que tienen y todos los artistas quieren ir, arrojan un resultado excelente pues la cuidada gestión por parte de la persona o equipo que gestiona la organización es una persona profesional, solvente y salta a la vista, es evidente que sabe lo que hace y no falta un detalle- no falta ni agua (que en muchos falta todavía)-. 

¿Dónde queremos llegar con esta explicación? Pues queremos llegar a que se pueda entender de una vez en aquellos casos que no es necesario señalar porque lo saben o deberían saberlo, que cuando se organice una programación, un festival, cualquier espectáculo donde participen artistas y sus equipos, hay que incidir y recordar que son personas. 

Sí, porque en muchos lugares, que no son teatros, que se habilitan para verano como descampados, estadios de futbol de poblaciones pequeñas o medianas, plazas de los pueblos y otros espacios comunes no se tiene en cuenta detalles de este tipo. Hay que recordar cuánto cuesta toda la organización, los esfuerzos que se hacen por llevar artistas y ofrecer una rica propuesta artística y se pierde todo, se desluce todo por la calidad del sonido o la iluminación porque aprietan para reducir costes y en muchos casos eligen ‘lo más barato’ y claro después las dotaciones técnicas no están a la altura de la propuesta artística como por ejemplo contratar bailoras o bailores y no tener suelo acústico y a veces ni tan si quiera micros de tacón haciendo que bailen en un tablero donde las puntillas sobresalen y no pueden sacar ni la bata de cola y no pueda llevarse a cabo una actuación en condiciones con el consiguiente menoscabo para los artistas y el público. 

Por otro lado los camerinos adolecen en muchas ocasiones de los mínimos recursos dignos para ser utilizado por una persona. De lo último que hemos podido vivir es que instalan los camerinos en zonas que no están cubiertas y es donde se está vistiendo y cambiando de vestuario una artista. O bien se pone a disposición un mismo camerino para todos los artistas donde hay hombres y mujeres que necesitan un espacio mas personal. En muchos camerinos no hay espejos o sillas ni a veces mesas o bien percheros ni perchas y eso sí: muchos desconchones. 

Todo esto nos lleva a realizar esta propuesta con todos los respetos a aquellos los que todavía tienen esta asignatura pendiente: Señor o señora programadora, querida institución: Cuando organice un festival, un espectáculo, una programación que cuesta “un pastizal” sepa que por muy, muy poquito más y encargarse de cuidar ese “pequeño detalle” tendría un resultado mucho, muchísimo mejor porque los artistas se encontrarán bien y cómodos, bien atendidos y estarán mejor dispuestos de ánimo para acometer su actuación y ofrecer lo mejor al público y como personas que son los artistas -arriba y abajo del escenario- no tendrán tanta prisa por empezar, terminar y salir lo que se dice “pitando o echando leches” y vaya usté condió.

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