Carlos Navarro Antolín

El fin de la ideología en Andalucía

Moreno sigue la senda de Ayuso en Madrid y de Feijóo en Galicia para comerse los terrenos del PSOE y de Vox

30 de octubre 2021 - 08:43

EL político que triunfa es el que se adapta al medio, no el que mejor pone en práctica la ideología de su partido. Ayuso anula a Vox en Madrid, porque con su oferta y sus mensajes desacomplejados o fuertemente ideologizados (elija el lector la interpretación que más le satisfaga) tiene taponado el crecimiento de los de Abascal en uno de los territorios que a priori debían ser campo de cultivo para la derecha pura y dura. Feijóo se sale en Galicia porque, además del candidato del PP, es el mejor aspirante del PSOE. Podrá gustar o no la posición del presidente gallego, que tira más de estrategia política que de ideología, pero barre en cada convocatoria electoral. Y tiene anulados a Vox y a Ciudadanos. En política vale el mismo criterio que en la conducción: adáptese la velocidad a las condiciones del firme y del vehículo. Ayuso y Feijóo son los mejores ejemplos al respecto. ¿Y Andalucía? El presidente Moreno alcanzó la presidencia por una carambola, según la expresión empleada por él mismo para explicar su ascenso al poder. Su llegada al cargo no fue por nada de lo expuesto anteriormente, sino por su encomiable capacidad de aguante. Moreno ("Llamadme Juanma) llegó a San Telmo a pesar de sus compañeros de partido, que le estaban preparando el funeral político cuando Michavila dejó de parecer C3-PO, el de La Guerra de las Galaxias, y avanzó aquella tarde de domingo la opción real del cambio político en Andalucía. Recordaba todo esto al oír esta semana los discursos del presidente en la radio del coche mientras, casualmente, pasaba de una provincia andaluza a otra. Moreno me recuerda cada día más esos dos presidentes autonómicos. Es cada vez menos del PP y más de sí mismo por pura e inteligente estrategia electoral. La clave está en comerle terreno al PSOE y en depender lo mínimo posible de Vox. Hasta engulle gráficamente a los socialistas al exhibir un documento con las letras del PSOE. Con un rival como Espadas, al que conoce perfectamente porque los dos se parecen mucho, tiene más fácil la tarea porque lleva más tiempo en el plano andaluz, porque de la pandemia ha salido indemne y porque el traje del Gobierno le sienta divinamente tras años de lucir como un melancólico líder de la oposición. ¡Claro que Juanma ofrece unos presupuestos dignos de ser apoyados por el PSOE y Vox! Es que su objetivo es anularnos, como ocurre en parte en Madrid y con fuerza descomunal en Galicia. Poco a poco Moreno se reviste de presidente neutro, como esas cremas para limpiar el calzado que sirven para el castellano burdeos y para el negro colegial. De Ciudadanos hace tiempo que hizo la digestión. Acaso guardará un souvenir. Ñam, ñam.

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