¿Qué puso de manifiesto la gala del 90 aniversario de Radio Jerez?

Jerez íntimo

Carlos Manuel López, Paco Jiménez y Luis Aguilar en los estudios de calle Caracuel.
Carlos Manuel López, Paco Jiménez y Luis Aguilar en los estudios de calle Caracuel.

16 de diciembre 2024 - 04:25

No cabe margen de error. Este artículo vuelve grupas, pisa a fondo el acelerador del tiempo y dirige sus renglones hacia atrás. En un viaje retrospectivo que no dura 80 días, como la vuelta al mundo de Julio Verne, sino 90 años, que son cuantos suman -ni una sola cana y la figura aún bien estilizada- la emisora decana de la ciudad: Radio Jerez. Un medio de comunicación que jamas se encocoró con la sociedad ni tampoco tiró por la Vía de Tarifa ni salió por peteneras ni abandonó nunca la vida pública. Radio Jerez no sabe poner cara de circunstancias al mal tiempo. Su línea programática ha cultivado con pragmatismo la resiliencia y la reinvención la propia deontología periodística: contar verdades como puños, incardinarse codo con codo, hombro con hombro, a cinco centímetros del día a día de Jerez. Con dinamismo endógeno. Con determinismo exógeno. Radio Jerez no ha carecido de impronta informativa y menos todavía de visión de futuro. De las Angustias a la calle Guadalete -pasando por el interludio de calle Caracuel- el único cortocircuito que se ha producido es el del baremo de calidades de los timbres de voz de locutores que hoy son historia indeleble de la memoria popular de una ciudad cuyos ecos -como las resonancias narrativas que se cruzan en el punto de convergencia de Faulkner y Dostoievski- buscan el sarmiento del gran estilo. No estamos capacitados para tirar de la tecnología de punta roma y así -de sopetón- esbozar -con el título ‘Desafío total’ de Arnold Schwarzenegger- las costuras de la innovación -el pulso y no la púa-, la modernidad, la jerezanía, el rigor, la profesionalidad que este patrimonio inmaterial de Jerez -nacido en cuna con textura de cretona y contando con diales como pulsos vitales- ha acompañado, informado e instruido a los jerezanos desde el año 1934 a nuestros días -¡y, oteando en lontananza, lo que te rondaré morena!-.

El pasado jueves asistimos -a conciencia y no a escape- a los Claustros de Santo Domingo. El frío arreciaba a la pata coja. Éramos, por suelto, individualmente, depositarios de una invitación personalizada cursada desde la dirección de Radio Jerez-Cadena SER. La ocasión la pintaba calva: la celebración de la gala conmemorativa del 90 aniversario del nacimiento de la radio -insisto- decana de nuestra localidad. Si en el origen fue el Verbo, en este caso a no dudarlo sería el de Guillermo Ruiz-Cortina Duarte. Dilucidemos que posiblemente la memoria de este valedor de la cultura local no ha sido del todo reconocida según el alcance valorativo que el paso de tantísimas décadas proyecta. Alguien dijo que la radio en Jerez fue inventada por Guillermo. No falta razón a semejante aserto -y, a su vez, acierto-. Porque Guillermo defendió a pies juntillas la creación de un artefacto parlante sobre cuya permanencia apenas nadie creía por aquello de la desconfianza que lleva pareja toda novedad. Guillermo no tiró la toalla a las primeras de cambio. Su apuesta nacía de la vocación y así se mantuvo firme en aras de la capacidad de adelantarse a su época. Si el hito de Ruiz-Cortina marcó un antes y un después en la implantación de la radio en la ciudad, nada digamos de la heroicidad mantenida por su años más tarde viuda Ana María Sierra Piñero, a la sazón posteriormente ‘Premio Ciudad de Jerez’ por su labor como continuadora y artífice de la expansión del Grupo Radio Jerez.

La gala del 90 aniversario, presentada con mano maestra por Ruth Delgado y Eugenio Camacho, tuvo movilidad, en efecto, de viaje sonoro. Con pasajeros de nombres y apellidos en negrita. No por razones luctuosas sino por el destacable meritorio de un quehacer profesional que dejó huella en sucesivas generaciones de jerezanos. Por ejemplo, como aperitivo de 5 Jotas, Carlos Vergara. Como bien indicó el veterano periodista Ángel Revaliente durante el jerez de honor, si la muerte no hubiese visitado tan prematuramente a Vergara, de seguro habría sido director general de la SER. Su valía así se puso de manifiesto no sólo por la valoración tácita de los actuales periodistas de Radio Jerez sino por las evocativas palabras de quien fuese/es su esposa pisando las tablas del testimonio directo y la emoción más contenida. Pecaríamos por omisión si, por hache o por be, silenciamos el ímprobo trabajo que, en aras de esta señalada efemérides, han realizado Federico Ruiz-Cortina y Juanma Romero. Han atado innúmeros cabos -y cerrado incontables gestiones- para que todo saliese a pedir de boca.

De veras emotivas las palabras de algunos intervinientes como Paco Lobatón, Pedro Rollán, Jerónimo Roldán o Rafael Plaza. Tanto en el transcurso del acto como en el libro de más de 100 páginas editado ex profeso no dejaron de resaltarse nombres como Manuel Ríos, Antonio Pérez, Manuel Fernández Peña, Andrés Luis Cañadas, Antonio Merino, Carlos Manuel López, Manolo Molina, José Antonio González de la Peña, Antonio Núñez… Acertaron Manuel Martínez y Javier Benítez en iniciar, siempre a capella, el canto del cumpleaños feliz. Porque tal que así, feliz, como el verso germinal de un poeta recién enamorado, se ha sentido Jerez al abrigo de este bendito invento que un día creara el académico de pro, el entusiasta incansable, don Guillermo Ruiz-Cortina.

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