Juan Alfonso Romero
Voz adelanta al PSOE en Jerez
Alfa: En la contemplación de las revirás -ambas de dulce en su justa medida- del misterio -con la marcha Septem Dolorum- y del paso de palio -bajo los sones de ‘La Madrugá’ de Abel Moreno- de la Hermandad de Santa Marta -cuya Junta de Gobierno nos ha concedido el intenso sabor del caramelo de la banda del Rosario de Cádiz- concluía para los jerezanos el guiño de cofradías a pie de calle. Una Semana Santa no necesariamente contrita ni constreñida en cuanto a su aprovechamiento espiritual se refiere. Menos todavía en su potencialidad fraternal. A falta de horas de cortejos sobre el asfalto de la tradición, han abundado -y con cuán gozo- los cafés vis a vis y las conversaciones íntimas entre hermanos. Reverberación de los afectos en su máxima expresividad. Las Hermandades son las personas. Late motiv. Semana Santa 2024 o confidencias de amistad -de sumo cariño- a la recíproca, sin intereses creados. Unidad emocional “en la paginación de la esperanza”, como así cantara el poeta. El amor entre iguales, que permanece y dura, como lo fugitivo en el poema de Quevedo ‘A Roma sepultada en sus ruinas’. A nadie escapa que la lluvia -sin parangón ni precedentes- de la Semana Santa contiene una señal de luminoso discernimiento. Y no sólo en materia climatológica. A buen entendedor… La Semana Santa comenzó arreciando barro. Barro somos y en barro nos convertiremos. Somos barro que no puede desafiar al Alfarero. Eso somos y no semidioses. Ya quizá dedicaremos -o no- un próximo ‘Jerez íntimo’ a esta interpretación -este análisis, esta fenomenología de la Semana Santa 2024- que no aspira a lectura entre líneas. El Señor es tan grande que deja patidifuso a quien pretende instrumentalizar su Palabra para regodeo del propio ego. Al rincón de pensar… Mientras tanto, escasos cirios alzados pero necesaria vivencia alternativa. En la privacidad de los afectos de oro de ley. A la Semana Santa siempre hay que rebañarle su sesgo propositivo. “Mientras alrededor empieza a dirimirse/ como un silencio principal al que han ido/ adhiriéndose otros silencios inferiores”, según escribiera Caballero Bonald. La Semana Santa 2024 no puede opacarse como un memorial de nadie. Muy al contrario: el magisterio de su lección adquiere rasgos trascendentes. En este sentido coincido al cien por cien con María José Brioso -¿qué nos ha querido decir o qué nos está diciendo el Señor?- y con otras innúmeras reflexiones vertidas por voces autorizadas. Toca turno de dilucidar. “Fijemos la mirada en Jesús”, nos alienta el papa Francisco. Y en el significado de ese puzzle de la Virgen, del que nos habló Lala Prieto sobre las tablas de Villamarta. A colación de jornadas en blanco en cuanto a corporaciones nazarenas, he recordado algunas manifestaciones que venían al pelo, como por ejemplo las del sacerdote Enrique Soler durante aquel -en apariencia- desolado año de la pandemia del coronavirus. O las mediáticas declaraciones del gran hermano mayor Eusebio Castañeda explicando el porqué este año de la suspensión de la estación penitencial. En efecto salir con temeridad e inquietud -pendientes a otros elementos ajenos a la razón de ser de una cofradía- distorsiona la serena concentración del cuerpo nazareno. Y, por descontado, todo lo que no sea hacer una estación de penitencia en las debidas condiciones se puede convertir en un antitestimonio de Fe. Pleno al 15. Me recuerdan, en su tono, a la línea argumental del gran Juan Delgado Alba. Las palabras de Sebi han sido referenciales y parafraseadas desde el Viernes Santo por personas anónimas en petit comité y, coram populo, por periodistas -artífices de un necesario servicio público- a través del altavoz de diferentes medios de comunicación. Magistral en su concepto, en su praxis, en su esencia.
Beta: No quiero dejar pasar la ocasión de recomendar el ciclo ‘Flamenco e investigación’ de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras. Comenzará este martes a las 19.30 horas con una ponencia del director de Diario de Sevilla David Fernández, cuyo título ya adelanta la idoneidad de asistencia tanto de especialistas como de aficionados al arte flamenco: ‘El cantaor de atrás se rebela’. En martes sucesivos Manuel Naranjo Loreto, secretario de la Cátedra de Flamencología de Jerez, dictará su conferencia ‘Flamencos de Jerez: Historia y análisis desde una perspectiva etnomusicológica’ y el profesor de guitarra flamenca del Conservatorio Profesional de Música Joaquín Villatoro de Jerez Roberto Sabater Boix hará lo propio con la disertación ‘Maestro Balao, el eslabón olvidado’. Enrique Morente argumentó que “el flamenco no es exceso sino excesivo. Para bien y para mal. Es una música llena de generosidad”. Sin lugar a dudas la Real Academia de San Dionisio evidencia un año más su generosidad a la hora de proporcionarnos un ciclo de tales características. Cultura de raíz que se nos brinda a los jerezanos para formarnos en esta materia que tantísimo nos concierne. Cultura de raíz sobre la que debemos adquirir al menos unas básicas nociones. Cultura de raíz asimismo enfocada para las nuevas generaciones. Ojalá la sede social de la Academia también esté poblada estas próximas semanas por un público joven. En la juventud radica el futuro de toda seña de identidad. Ya comentó José Mercé que “el flamenco siempre va a estar ahí”. Por ende mejor con un profundo conocimiento de causa. ¡Gracias a la Academia por contribuir a ello!
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