Jerez: Loli Geán, la Defensión, jura de bandera para personal civil…

Alfa: Industrialista de raza, mujer leal a sus colores, de las que siempre defendieron a capa y espada y creyeron a pies juntillas en la grandeza de las rayitas blancas y azules. Ella misma encarnaba todo un patrimonio emocional legado de su padre -¡tracatrá!- y trasmitido -¡enseñanza y nobleza obligan!- a marido, hijos, nietos… “Yo soy un industrialista de pacotilla comparado con la entrega de mi madre a la causa del equipo”, me confesaba el pasado domingo su hijo Eugenio. Y lo hacía, entre niveles tonales de sonrisas, como adoptando esa pronunciación insondable que predomina en quienes acaban de perder un ser querido. Porque -como imprevisto desenlace tras una serie de complicaciones en cascada de la salud (esa fuente de vida cuya cotidianeidad a menudo no sabemos apreciar)- Loli Geán -doña María Dolores Geán Romero- fallecía sumiéndose en el dulce sueño de la serena implosión, como cerrando los ojos a la flor multicolor de la eternidad. Precisamente durante las horas de duelo -familiares velando el cadáver y retomando capítulos vitales de amor y simpatía-, a equis metros del tanatorio, tarde de sol y césped fresco, su club de estirpe y tronío, el Jerez Industrial, jugaba partido con minuto de silencio en memoria de Loli y primer gol -de los cinco endosados al equipo contrario- con beso al cielo. Estos guiños de categoría del club fueron respondidos por Eugenio Vega Geán en el concurrido -gente de ley- grupo de WhatsApp de industrialistas de estirpe e incluso genealógica tradición: “El equipo más grande del mundo. La enormidad de nuestro club está en la fuerza, la lealtad y la nobleza de su gente, que es infinita. Y ahí ganamos la Champions ante cualquier rival”. Descanse en paz Loli, siempre tan agradable, tan cariñosa. Tan blanca, como el iluminado presagio de un pañal en el portal de Belén. Tan sencilla de condición…

Beta: Que la Hermandad de la Defensión -sin alardear de nada- evidencia cátedra y conocimiento y maestría en la práctica totalidad de sus actos y convocatorias parece afirmación de Perogrullo. Empero nunca está de más subrayar esta realidad incontestable. Si no madre por razones de antigüedad, sí por descontado una de las Hermandades maestras por el cuido de sus detalles, por la fundamentación de sus acciones y por la conservación de unas formas -en la estética y en el trato- heredada de sus antecesores. Nada más difícil ni más meritorio que mantener el espíritu institucional. Ni nada más grandioso, incluso cristianamente hablando, que respetar y sostener y considerar el trabajo y la obra corporativa que nos ha sido dada por nuestros predecesores. Estas premisas bien las tiene asumidas Fernando Barrera Romero, un gran hermano mayor de la Semana Santa de Jerez. De tal palo, tal astilla; de casta le viene al galgo; bendita la rama que al tronco sale…

Cuanto tecleo estas afirmaciones sobrevuela en mi nunca edulcorada nostalgia el nombre de José María Prieto Guinea: cofrade corpulento que formó parte de los veinticuatro que en 1957 fundaran esta corporación cofradiera. José María estilaba la cercanía del sentido del humor y la humildad que no siempre encarna todo dirigente. Hombre educado en valores por el plan antiguo, que diría Ramón Tamames. Pues bien: al grano: en el presente 2024 se cumple una efeméride de veras reseñable: el 85 aniversario de la creación el Regimiento de Artillería Antiaérea Nº 74 en esta Muy Noble y Muy Leal Ciudad. Apostillemos un dato esclarecedor: de todos estos años cincuenta y siete los ha pasado acuartelados en Jerez. Por ende innumerables jerezanos que prestaron el servicio militar en sus filas sin duda han contribuido al alto prestigio alcanzado por la unidad. Atenta a este señalado aniversario, la Hermandad de la Defensión trasladó a la alcaldesa, María José García-Pelayo, la posibilidad de organizar una jura de bandera de personal civil. Como no podía ser de otra forma, la respuesta positiva fue un dicho y hecho. Visto bueno de alcaldía de inmediato. Será mañana sábado, día 28, cuando, a partir de las 11.00 horas y en la Avenida Alcalde Álvaro Domecq se celebre, consiguientemente, esta jura de bandera para personal civil coorganizada por el Ayuntamiento de Jerez, el Regimiento de Artillería Antiaérea Nº 74 y la Hermandad de la Defensión.

El acto, solemne, estará presidido por el general jefe del mando de Artillería Antiaérea Ignacio Ojeda González-Posada y la alcaldesa de nuestra bendita tierra. Paradoja o causalidad: el general que preside fue coronel del Regimiento de Artillería Nº 74 -unidad, ya digo, nacida en Jerez hace ochenta y cinco años- y mandó la Fuerza que protagonizara la última jura de bandera para personal civil celebrada aquí y asimismo también coorganizada por el Regimiento de Artillería Antiaérea Nº 74, el Ayuntamiento y la Hermandad de la Defensión. Doscientos cincuenta jerezanos serán quienes, públicamente, adquieran el compromiso con nuestra patria: juramento ante el estandarte en muestra de lealtad, generosidad y amor por su país. Lo que traducido resulta: confesar sin tibiezas vergonzantes “la gloria infinita de ser español”.