Junts por Jaén, Junts por La Línea y el PP

El bólido del PP andaluz necesita una revisión, va tan rápido que quienes manejan el volante no se dan cuenta de que se le están cayendo las piezas en medio de la pista. El partido de Juanma Moreno ha perdido la Alcaldía de Jaén por inoperancia propia, el regidor saliente, Agustín González, es un recién llegado a la política, pero ni en San Telmo ni la sede de la calle San Fernando vieron venir la moción de censura de tanto mirar a Madrid y a la Puerta del Sol. Al pleno de sustitución enviaron a la gaditana Ana Mestre, vicesecretaria general del PP y guardameta de todos los balones que Jesús Aguirre se mete en puerta propia en el Parlamento. Ni fue Antonio Repullo, el número dos del partido, ni Antonio Sanz, cuya agenda con Jaén se limitó a un banco digital que nadie comprendió. El argumento de que la ministra de Hacienda ha comprado la Alcaldía con una ayudita a su deuda vale como paño de lágrimas, pero todos en el PP de Andalucía saben que han fallado, no tenían un plan para Jaén.

La alerta ha sonado en la Diputación de Cádiz, donde otro grupo localista, La Línea 100x100, eleva el coste de su apoyo al PP con la ayuda socialista. Cada vez que desde el PSOE publicitan su interés por una moción de censura en la plaza de España, el alcalde linense, Juan Franco, sube la puja. Junts por La Línea no va a romper tan pronto el acuerdo como Junts por Jaén, entre otras razones porque Juan Franco tiene que sacar adelante el nuevo plan general de ordenación urbana, y en eso la Junta tiene una última palabra que podría no pronunciarse si deja que la Diputación de Cádiz cambie de manos, aunque, como Agustín González, el perfil político de su presidenta, Almudena Martínez, se parece al del pomo de una puerta. Quienes allí mandan son Junts por La Línea y el alcalde de El Puerto, Germán Beardo, de Junts por sí mismo.

El PP andaluz es un gigante que depende de un modo muy peligroso de Juanma Moreno, en su nueva hornada de alcaldes hay de todo, gente válida como Bruno García y tipos tan contradictorios con su anterior trayectoria como José Luis Sanz, enemistado con la dirección popular andaluza y con la sevillana. En la plaza Nueva se le aparecen más fantasmas que al pobre de Hamlet. Muchas victorias del 28 de mayo se debieron a la impopularidad de Pedro Sánchez, y eso vale para un impulso pero no es duradero.

Tampoco hay brillo en el Gobierno andaluz más allá de Juanma Moreno, es como si alguien tuviera a la sombra a consejeros que no hace mucho centellaban aunque fuesen como candelas, sólo luce el navajeo y Jaén ha revelado sus debilidades.