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Punto de vista
El propósito es dignificar el "andaluh" y con ello "combatir las continuas vejaciones que sufrimos los andaluces, desde Despeñaperros hacia arriba, por nuestra forma de hablar". Es la información que Diario de Cádiz nos da en su edición del pasado lunes 9 y que firma Jordi Landero. La información se ilustra con una foto de la filóloga Nuria Ballo. Ahí se reseña que la "j" desaparece, excepto para la jota no aspirada en la zona de Jaén; la "C", aúna seseo con ceceo y echeo, más la equis castellana; la "x" aúna por su parte ch, sh y ss; la "elle" desaparece y se sustituye por la "y"; se evita la confusión entre "ge" y "je"; o se elimina la "v", puesto que no se distingue fonéticamente de la "b". Se intenta así integrar las diferentes modalidades del "andaluh" hablado mediante la creación de una ortografía propia, a la que muchos denominan técnicamente Estándar para Andaluz (EPA), que dio como fruto la primera propuesta avanzada para una ortografía integradora de las diferentes modalidades del "andaluh", dejando muy claro que se trata de una propuesta ortográfica y no gramatical. La filóloga Bayo ha puesto en marcha, junto con otros profesionales, la primera escritura en lengua andaluza del mundo. Se proponen impartir dos cursos presenciales de Andalucía libre en Berlín. Pretende consolidar el andaluz desde su raíz y combatir las continuas vejaciones (sic) que sufrimos los andaluces por nuestra forma de hablar.
Yo me siento orgulloso de cómo hablamos los andaluces la lengua castellana y parece exagerado el propósito de la filóloga. Pienso en los jóvenes andaluces que a menudo encuentran dificultades en escribir correctamente palabras castellanas, que en sus oídos suenan diferentes, cuando las pronuncian un andaluz. Es muy apreciable la iniciativa la iniciativa de estos filólogos, que -creo- debiera limitarse a la presentación, como fruto de su trabajo, sin más utilidad que un trabajo académico, que es muy meritorio. Hasta ahora, los andaluces, hablando, no hemos tenido ningún problema para hacernos entender. Es cierto que a veces, remedan nuestros dichos, pero esto no parece suficiente, para llenar nuestra habla, de una ortografía propia.
Cuando hablamos el castellano, si el parlante es de ciertas provincias andaluzas (Cádiz, Sevilla, Huelva, Málaga, incluso Almería), la pronunciación del castellano es impecable. Menos impecable en Jaén, Granada, Córdoba, pero suficiente.
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Gracias, Errejón