El libro abierto de los Reyes Magos de Jerez

Foto histórica de una reunión de Reyes Magos de Jerez siempre con la ilusión por bandera.
Foto histórica de una reunión de Reyes Magos de Jerez siempre con la ilusión por bandera.

17 de enero 2024 - 03:30

No peco de extemporáneo ni de nostálgico recalcitrante -ni tampoco avanzo con el paso cambiado- si continúo escribiendo -erre que erre y a pitón pasado- sobre la mágica realidad de los Reyes Magos. Porque además no abordamos ni de lejos una grandeza que se circunscribe a la época navideña. Los distintos disertadores que durante los últimos años han tenido a su cargo el alto honor y la nada fugaz responsabilidad de pregonar las excelencias y las bondades de Melchor, Gaspar y Baltasar bien pueden corroborar dicha aseveración. En esta Muy Noble y -aunque no siempre- Muy Leal Ciudad de Jerez los Reyes son presente y futuro. Pero también procedencia, antecedente, intrahistoria, génesis y nombres propios. Para comprender la magnitud de la celebración de la fiesta de los Reyes Magos en Jerez debemos empuñar una estilográfica que no necesariamente ha escrito en días plenisolares, por rescatar un término tan del uso de Manuel Chaves Nogales. Si cuanto eclosiona en la noche del 5 de enero y en los primeros claros de la amanecida del día 6 –“todo amanecer finge un comienzo”, decía Borges- posee la majestad e incluso la unción que actualmente atesora en nuestra ciudad, no cabe duda -¡seamos conscientes!- que responde asimismo a un arduo trabajo previo –“acumulaticio”, por elegir un vocablo tan de la literatura oficiosa, cheli, de la época de la movida madrileña- ya cosechado y sembrado de antemano por las bienaventuradas voluntades de personas mediáticas del Jerez de antaño así como un notable -aunque no muy extenso- censo de hombres anónimos.

Hablemos, verbigracia, de la campaña de Reyes y de su institucional y pública cabalgata. Esto no es cosa de antier. Ni hablar del peluquín. En el conocimiento global de nuestra Historia existen lagunas de dato y data. Quizá por una tendencia inmanente a la propia laxitud. O por un aparcamiento contagioso de la temática en cuestión. El caso es que si preguntamos por el nacimiento -en la nebulosa del tiempo- de la cabalgata de los Reyes en Jerez, enseguida nos percataremos que no se trata de un asunto archisabido. Ni siquiera a medias. Y tal vez ni de oídas. Las nuevas generaciones de seguro ni pajolera idea. Pues créanme si les digo que merece mucho la pena profundizar en la sincronía cronológica de los hechos. Sin arbitrios y sin especulaciones. A pelo con los acontecimientos. Porque aprenderemos -con inmediata comprensión lectora- el daguerrotipo de una época local que fue ganando enteros a medida que los años saltaron de una década a otra. Por esta razón quiero hoy reivindicar la lectura de un libro de ágil y amena lectura cuyo autor -quien además fue proactivo testigo directo de buena parte de cuanto en sus páginas se relata- ha compilado y recopilado -con testimonios entrecomillados de terceros- toda la exhaustiva cronología de la Historia -con hache en alta- de ‘Los Reyes Magos de Jerez’. Me refiero a la obra que -a tal título, tal señor- publicara en 2007 José Castaño Rubiales -Pepe Castaño- con posterior segunda edición ampliada en un apéndice o addenda extensible al pasado año 2003.

Sobrevuela una creencia errónea que remonta la cuasi creación/explosión de la cabalgata de los Reyes Magos en Jerez a los trepidantes años de la Juventud Cofrade liderada por el inolvidable José Alfonso Reimónez ‘Lete’. No es así. Necesariamente debemos remontarnos a muchos años atrás, como en una retrospectiva a vista de pájaro. Este libro de Pepe Castaño, en cuanto a la jerezanía de los Magos de Oriente, posee intrínsecamente título de novela de César González-Ruano: ‘Cita con el pasado’. Tal cual, sin embalajes. Abramos algunos interrogantes. Por ejemplo: ¿Qué debe el acontecimiento jerezano de los Reyes Magos al Frente de Juventudes? ¿Qué contó al respecto José María López Cepero? ¿Qué logró y cómo intervino la Asociación Jerezana de la Caridad? ¿Y los Luises? ¿El grupo de san Estanislao de Kostka? ¿Y Rafael Mantaras García-Figueras? ¿Y qué podemos precisar al hilo de la Milicia Angélica y el Club de la Amistad? ¿Y del Equipo de los Descalzos? ¿Y del Club de los Reyes Magos? ¿Y de la referida Juventud Cofrade o de la Peña los Cien? ¿O, por supuesto y por descontado, de la hoy vigente y pujante Asociación de los Reyes Magos de Jerez? ¿Cuándo surge la colaboración e implicación del Ayuntamiento de la ciudad? ¿Qué papel jugó en el inicio de esta andadura de cabalgatas y campañas solidarias el histórico periodista Manuel Liaño Pérez? ¿Y Esteban Viaña?

¿Qué aportó posteriormente Antonio Robles Morón, fallecido el 31 de diciembre de 2022 tras larga enfermedad, quien fuese funcionario del Ayuntamiento de Jerez durante cuarenta años destacando como jefe de Fiestas desde 1984 al año 2000? Cuando en 1995 el entonces alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, accede a la creación de los Reyes Magos de Jerez se elige una comisión en aras de iniciar los pasos pertinentes. Estaba integrada por significativos representantes de sus Majestades. Pepe Castaño escribe que “llenos de ilusiones aceptamos esta responsabilidad”. Pues bien: propongo que, con dicha misma ilusión, los jerezanos que aún no hayan leído este libro de Pepe -cuyos beneficios de venta se destinan a la Asociación Obispo Rafael Bellido Caro- pongan pies en polvorosa, acudan a tan conocido cofrade de Jesús Nazareno y obtengan algún ejemplar. Disfrutarán de inmediato de una lectura guiada por la luz de la Estrella de Oriente.

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