Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Ramón Castro Thomas
Lecturas de verano
No creo que haya nadie que me pueda negar que una de las noticias literarias más importantes del año se produce en la noche del 6 de enero cuando se falla el prestigioso y veterano Premio Nadal en Barcelona. Este 2024 conmemoraba además su 80º Aniversario, por lo que la convocatoria tenía además el valor añadido de esta efemérides a la ya extraordinaria nómina acumulada de novelas y novelistas premiados desde 1944 en que se inició el certamen.
La concurrencia de candidatos fue máxima: más de 800 participantes provenientes de muchas partes del mundo, que fueron pacientemente seleccionados hasta dejar los máximos aspirantes o finalistas al galardón en solo cinco. Y la sorpresa para quienes seguimos la narrativa andaluza y gaditana fue que la novela Manos de trapo, de María Regla Prieto, escritora natural de Sanlúcar de Barrameda, había quedado finalista de dicho concurso.
Hubo de competir con otros cuatro escritores y escritoras de gran calidad, y lo tenía muy difícil. Aunque no consiguió el galardón, pues fue a parar a otro escritor muy bien relacionado con el jurado otorgante, María Regla Prieto ya había ganado por haber llegado hasta ahí, pues fue invitada a la cena en cuyo transcurso se comunica el fallo y se entrega dicho premio, viviendo así sin duda uno de los momentos más emotivos e importantes de su trayectoria literaria.
Manos de trapo, la novela finalista, fue finalmente publicada por la Editorial Renacimiento, cumpliéndose así la voluntad de la escritora sanluqueña de ser fiel a quienes confiaron en ella en los inicios de su prometedora carrera literaria. Desde entonces, la obra ha sido presentada en diferentes ciudades españolas, gozando siempre de una gran aceptación y de acreditadas críticas, como la realizada por el también novelista Juan Bonilla, que elogió la obra de Prieto con su peculiar ironía: Voy a correr a leerme el premio Nadal de este año porque si la novela ganadora es mejor que esta, sin duda que estaremos ante una obra maestra. Para Bonilla, Manos de trapo está escrita «con intensidad y limpieza», desarrollándose «con una naturalidad que disuelve lo extraordinario en lo cotidiano», como ocurre con las buenas novelas, pues Prieto consigue poner «en marcha la máquina del cuento que nos tiene atrapados página a página mediante una prosa limpia y seductora».
Pero el aval de los lectores y las lectoras que se han sumergido en sus hipnóticas páginas, son la mejor garantía de que estamos ante una obra excepcional. Una historia sin grandes aspavientos ni argumentos rebuscados. Un relato humano y humanizado, completamente esmaltado del lirismo poético que tan característico es de nuestra autora. Esculpe, talla y cincela la narrativa con bisturí y escofina con una precisión de orfebre, logrando una consistencia tan realista en los aspectos descriptivos que atrapa al lector más exigente. Se trata de un encuentro entre dos personas de muy diferente edad, inmersos en una soledad destructiva y miserable, que vivirán en el mismo espacio una historia romántica y triste. Una joven, en los inicios de su vida y ya fracasada por amores imposibles, y un anciano frustrado y enfermo, que no encuentra ninguna razón para seguir viviendo.
El nivel de fascinación logrado por esta extraordinaria y magnífica historia es realmente soberbio. El equilibrio entre lo que se cuenta y la forma de contarlo es sin duda un rasgo de genialidad literaria que sería sin duda lo que seduciría al comité calificador del Nadal, como lo ha sido para los miles de lectores que ya han disfrutado de su magia. Como prueba de ello, vamos a extractar unas frases de elogio escritas por quienes se han apuntado al club de los manotrapistas, cuyos miembros están incluso requiriendo a la autora para que redacte una segunda parte y siga dándole vida a unos personajes tan atractivos e inolvidables. Aquí va una selección de comentarios:
La novela, espectacular!!! Me absorbió desde el principio hasta el final, que me lo comí.
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Sin adjetivos para definir esta maravilla... Me dejó la sensación que te dejan los buenos libros de “¡Ojalá pudiera volver a leerlo por primera vez!”... ¿Volveré a leer algo tan bueno?
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Tengo que decirte que el libro me encantó... Al final me produjo mucha ternura y paz. Tuvieron una preciosa relación, ella encontró la tranquilidad que necesitaba y el se fue con toda la paz del mundo, justo lo que necesitaba cada cual.
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Ayer terminé tu novela. Enhorabuena, es intrigante, romántico y toca un tema que nos afecta y preocupa a todos. Me ha gustado muchísimo.
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Acabo de leer el primer capítulo, después de comer, mientras tomaba el café. La escritura es una delicia. Ya sabes cómo escribes. Qué te voy a descubrir a estas alturas. La descripción física de la casa está acompañada de sugerencias misteriosas y espirituales, ancestrales. Todo queda suspendido en el aire de la casa: no hay interferencias de la realidad externa. Y lo mejor, la focalización interna a la hora de narrar. El lector descubre la casa en función de lo que la protagonista va viendo según camina, cruza el patio, sube la escalera, abre la trampilla y asume que ha encontrado el sitio que ansiaba. Todo esto es focalización interna, en narratología. Y está muy conseguido. Capítulo redondo: comienza con una llegada desde la calle, sigue con una subida a los cielos (el refugio real y simbólico que va buscando) y una bajada a los suelos, y una salida a la calle.
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Hola, amiga! Me ha encantado "Manos de trapo". Joooo, me lo he pasado genial. No quería ni salir y ahora me da mucha pena haberla acabado. Te digo la verdad: hacia tiempo que esto no me pasaba con una novela. Gracias, mil gracias!!
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Buenos días queridísima: !!Vaya pedazo de presentación bonita (exquisita) que nos regalásteis ayer!! Y tú libro que lo tenía leído hizo que aún disfrutara más, admirable el trabajo de tod@s.
Es un libro que invita al debate, a reflexionar sobre temas muy antiguos y demasiado contemporáneos. Enhorabuena, te felicito y sobre todo te abrazo.
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