María saca a Juanma de la zona de confort

Crónicas levantiscas

23 de marzo 2025 - 03:07

Las sesiones de control al Gobierno nos están dejando algunos duelos suculentos como el que vienen protagonizando Elías Bendodo y María Jesús Montero desde que la vicepresidenta asumió el liderazgo de su partido en Andalucía. El malagueño fue orillado en la sede de Génova por el búnker de Santiago, por la apisonadora Tellado, y ahora le han encargado el marcaje de la Montero en el Congreso. Provoca tensión, Bendodo utiliza palabras gruesas, se desliza entre la verdad y la mentira con bastante maestría, pero el malagueño tiene un fondo de ironía que le salva de ser desagradable. Montero va a la par, es incombustible, se escuda en su acento andaluz y su condición de mujer para salir airosa de las situaciones más embarazosas. Aunque parezca duro, lo de Montero y Bendodo es un debate blanco. First Dates diría que quedaron como amigos.

Gabriel Rufián y Míriam Nogueras, el otro par del Congreso, se disparan con bala. Rufián es un hijo de Alcaudete nacido en Santa Coloma, una tempestad de contradicciones, un charnego de segunda generación convertido al independentismo catalán, el lehendakari negro de Oriol Junqueras que da lo mejor de sí cuando se expresa en español, un tipo al que le sale toda la rabia de la serranía cuando se enfrenta a una pija como Míriam Nogueras, empresaria del textil catalán. No se soportan, es una lucha de clases que ni la estelada es capaz de apaciguar, Rufián le afea a Nogueras que le dé urticaria fotografiarse ante la bandera de España de la sala del Congreso mientras sus “amiguetes” entran en los consejos de administración de las empresas públicas españolas. ¿Cuánto tiempo hace que no hablas con Míriam Nogueras?”, le preguntó Jordi Evole a Gabriel Rufián hace unas semanas. “Eso es salseo, da igual cómo nos llevemos. Qué más da. Se cree que Catalunya es suya”, respondió el de ERC. En First Dates no acabarían la cita.

Y aún más interesante es el tipo de duelo que María Márquez ha inaugurado con Juanma Moreno en las sesiones de control. Al presidente que “levita” lo ha sacado de su zona de confort, Márquez lo ha destronado como el más joven de la política andaluza y lo lleva hasta un extremo del ring donde Moreno dejar de ser el suavón que recurre a la artimaña del buen modo para asestar el golpe definitivo. “Señoro” le llamó el pasado jueves después de que el presidente de la Junta le aconsejase leer más prensa económica. “¿Sabe, usted, qué es el mansplaining?”, inquirió la onubense, en referencia a ese tipo de hombres que dan lecciones a las mujeres sobre asuntos que ya conocen por sí mismas. First Dates los ficharía.

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