Montero juega al mus

La jefa socialista andaluza ha irrumpido en el escenario regional como esos jugadores de mus que van muy por detrás en la puntuación y empiezan a echar órdagos a la grande, a la chica, a los pares y al juego si lo hay. Su mano ganadora sería resolver el déficit de recursos por habitante que sufren Valencia, Murcia, Andalucía y Castilla La Macha, por este orden. Pero después de siete años en Hacienda no ha corregido la desigual financiación autonómica, aprobada durante el mandato de Zapatero. A aquel proceso rematado en 2009 lo llamó su autor “un complicado sudoku”.

Entonces, como ahora, todo empezó con un acuerdo para mejorar la financiación de Cataluña. Y como ahora, la Generalitat estaba presidida por un socialista. El encaje lo logró Solbes poniendo más dinero para todos. Frente a las cuatro perjudicadas, hay regiones muy por encima del promedio nacional, como Cantabria, La Rioja, Extremadura, Castilla León o Baleares y otras beneficiadas en menor medida. Montero está sola ante al nuevo sudoku; si mejora a unas regiones perjudicará a otras. Y el PP no la ayudará. Ni puede ni quiere: lo que le vendría bien a Andalucía perjudicaría a otros territorios donde gobiernan los populares.

La ministra repite que en Hacienda trabajan sobre distintos modelos. No se conocen; tampoco la financiación singular de Cataluña. Y juega otras bazas. Sostiene que ha mandado a Andalucía en siete ejercicios 53.800 millones más que en época de Rajoy. Siete mil millones anuales que superan los 4.000 suplementarios que reclamaba cuando era consejera. Bien jugado. Pero el Gobierno ha elevado sus transferencias a todas las regiones en la misma proporción y el perjuicio continúa; Andalucía sigue por debajo de la media. Su otra maniobra ha sido proponer una quita de la deuda para eliminar 17.100 millones a Cataluña. En equivalencia por habitante, supondría 18.800 millones para Andalucía.

Juan Manuel Moreno ha rechazado el envite esta semana en el Parlamento andaluz con una frase de Montero de cuando era consejera de Hacienda y el Gobierno de Rajoy proponía lo mismo. Esas quitas no son una mala idea, pero aquí el orden de los factores sí altera el producto. La prioridad es equilibrar la financiación; un sudoku endiablado. María Jesús Montero no lleva buenas cartas, pero hace alarde y ostentación de las que tiene. Terreno inestable, porque la ostentación es la especialidad del presidente. Pero de ese juego nos ocuparemos mañana.