Carlos Colón

normalización de los extremismos

La ciudad y los días

La “normalización” del populismo de izquierdas o de derechas es responsabilidad del PSOE y del PP

08 de julio 2023 - 00:15

El PP tiene lo que buscaba: la normalización de la extrema derecha. Reagrupación familiar. Ya no hay duda de que pactará el Gobierno con Abascal donde lo necesite”, escribe Ramoneda en El País. Cierto. Tanto como que el PSOE ha normalizado la extrema izquierda, le ha dado vicepresidencias del Gobierno y ministerios, ha sido apoyado por Bildu y ERC y, si los votos se lo permiten, pactará el futuro Gobierno con Sumar y si fuera necesario con los independentistas radicales. Ambas cosas son ciertas. Pero jamás leerán en un medio que se tenga por progresista que el cogobierno con Podemos ha sido una normalización de la extrema izquierda. Por la simple razón de que los medios que siempre llaman a Vox extrema derecha (lo cual es cierto, aunque encuentro más acertado derecha populista) nunca llaman a Podemos o a Sumar extrema izquierda (a las que también encuentro más acertado llamar izquierda populista).

Ursula von der Leyen dijo ante Pedro Sánchez: “Lo importante es conseguir políticas con resultados en un mundo cambiante, dar confianza, dar seguridad, esa tiene que ser la salida. Tanto de derecha como de izquierda, el extremismo está volviendo. Ellos temen al cambio. Nosotros, los grupos democráticos de centro, tenemos que demostrar que tenemos las ideas muy claras”. Las emergencias de Vox, Podemos, Unidas Podemos y Sumar, y el debilitamiento del PSOE y el PP, hacen casi imposible que en España se cumpla este deseo. Todas las encuestas apuntan a un cogobierno del PSOE con Sumar apoyado por los nacionalistas radicales o a uno del PP con Vox. Si aciertan las encuestas y ninguno de los dos obtiene la mayoría necesaria, el extremismo populista de izquierdas volverá al Gobierno si gana el PSOE o entrará en él si gana el PP. Ni uno ni otro parece tener las ideas tan claras como desea la presidenta de la Comisión Europea y no apostarán por los pactos de centralidad que permitan gobernar a la lista más votada que pide Felipe González. Con lo cual los dos están dando a los extremismos una importancia que no se corresponde con sus votos. La media de las encuestas da al PP 143 escaños y 106 al PSOE frente a los 35 de Vox y los 32 de Sumar. Un acuerdo –ya sé que imposible– entre PP y PSOE dejaría fuera de juego a las minorías extremistas. No lo harán. Responsabilidad de ambos es la “normalización” del populismo o de extrema izquierdas o de derechas.

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