Pactar o no pactar

La historia se compone de pactar, de acordar, negociar…y también victorias o derrotas. El pacto consiste en que ninguna de las partes se sientan derrotadas, y a la vez se sientan ganadoras. No es fácil.

El primer pacto que se conoce es el pacto de Yahvé con Adán y Eva. Un pacto roto por incumplimiento de la pareja. Desde allí, hasta los pactos de La Moncloa…, miles. El PSOE necesita acuerdos para gobernar. El PP y Cs temen que para salir de la crisis económica tendrán que dar oxígeno al PSOE e IU, y les vendría fatal.

El PP huye de ser llamado ‘la derechita cobarde’ y darle la razón a la ultra derecha. Es necesaria la cultura del acuerdo, del pacto. Los sindicatos llegan a pactos, acuerdos, con la patronal. Miles de acuerdos anuales. Con muchas dificultades y muchas organizaciones participantes. “No nos levantaremos de la mesa de negociación hasta llegar a un acuerdo” es la cultura sindical. Hoy no hay fuerza para imponer un acuerdo a los otros.

Manuel Montero en el último verso de su poema ‘Un pensamiento bueno’ afirma: “…Un pensamiento bueno es una flor con fragancias para un nuevo trayecto”. Pues eso.