Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Universidades
Llega, como llegan los mazazos... sin avisar, sin esperarlo. Me entero por Diario de Jerez que Dani ha muerto. Dani, que en plena vitalidad, ha dejado un vacío insondable en su familia, en muchos, en mí.
Me tranquilizo y llamo a sus padres. Yo, que los llamo para darles ánimos... me encuentro que la serenidad, en el dolor, me anima y me evangeliza. ¡Todo lo ponen en manos de Dios!
Cuando muchos me preguntan para qué sirve la fe, siempre respondo: ¡Para vivir, en el encuentro y en la serena confianza! Y hoy y ahora me lo vuelven a enseñar Mercedes y Daniel.
Nada podemos hacer ya por su hijo. Ahora le toca a él ayudarnos... a su familia y a todos los que le conocimos.
Ya Dani está en otra dimensión, pero está. Y con él hablaremos, a él le pediremos, con él viviremos.
Ahora nos toca dar calor a sus padres... un calor que también nos va a calentar.
Manos Unidas... para asirnos y compartir. El Amor, Cáritas, estará presente en cuantas caricias, miradas y alientos llenen los días, que en un encuentro desafiante con la realidad plantará cara a mis amigos... a mi familia Liñán Gómez.
Ya descansa en Paz. Dale, Señor, ahora, el descanso confiado a su familia... que es también la mía.
También te puede interesar
Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Universidades
Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Un hombre para la eternidad
La ciudad y los días
Carlos Colón
Los niños, víctimas de nuestro fracaso
Yo te digo mi verdad
Impuestos salvadores
Lo último