Marco Antonio Velo
En la prematura muerte del jerezano Lucas Lorente (I)
Educación
Llevo ya unos años tratando la actualidad de la Educación en la ciudad, y no ha habido uno que no haya habido denuncias por parte de la Flampa o las distintas Ampas de la falta de los comúnmente denominados monitores de educación especial, ahora PTIS (Profesional Técnico de Integración Social).
Estadísticamente, el número de alumnos que necesitan atención ha crecido en los últimos años, sin embargo, la apuesta de la administración por cubrir estas necesidades no ha ido de forma paralela. Ni el anterior gobierno andaluz ni ahora éste han querido saber nada sobre este asunto, y sólo las protestas y movilizaciones de padres y madres, apoyadas por distintos colectivos como Marea Verde, han servido para, en un momento dado solucionar el problema.
Monitores compartidos por varios centros educativos, escasez de horas y una política de integración nefasta (digan lo que digan) ha provocado que en lo que llevamos de curso han sido ya varios centros los que se han vuelto a quejar de esta situación, que deja completamente desamparados (y quizás sea lo peor) a un buen número de alumnos.
Son ellos, como el joven que no podía bajar al recreo en el Savater, los que al final sufren las consecuencias de esta política educativa a la que nadie, ni los de antes ni los de ahora, ponen freno y lo que es peor, en innumerables ocasiones no tienen ni el respeto por dar una explicación a la falta de soluciones.
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