Eduardo Jordá

¡No pasarán!

En tránsito

Nuestros heroicos antifascistas van a gobernar gracias al apoyo de un señor que huyó en el maletero de un coche

26 de julio 2023 - 00:45

Que nuestros heroicos antifascistas vayan a gobernar gracias al apoyo de un señor que huyó de la justicia en el maletero de un coche es uno de esos asombrosos giros de guion que la realidad política española se complace en regalarnos cada poco tiempo. Buñuel, de estar vivo, se negaría a filmar una película que tuviera este argumento porque lo consideraría demasiado inverosímil. Y más aún si sabemos que nuestros intrépidos antifascistas gobiernan gracias a los votos de un partido etnicista y supremacista como Bildu (por mucho que se camufle de izquierda arcoíris) y de otro partido que también participó en el golpe de Estado institucional en Cataluña. Cuando los propagandistas del gobierno de Sánchez nos advierten de que Europa nos mira, a lo mejor no se han dado cuenta de que Europa nos mira, sí, pero no porque los europeos estén preocupados por lo que ocurre, sino porque no habían visto jamás un espectáculo político-circense de estas características. Es como si los hermanos Cohen rodaran un guion coescrito por Dalí y Buñuel y con supervisión editorial por parte del difunto Francisco Ibáñez. Añádanle los gritos del “No pasarán” proferidos por unos dóciles funcionarios que cobran regularmente su nómina con toda clase de pluses y quinquenios, pero que se disfrazan de milicianos del Quinto Regimiento como si fueran Mortadelos en una misión especial de la agencia TIA, y ya tenemos la guinda del pastel. Prodigioso.

Lo peor de todo esto es que ninguna de las reformas urgentes que tenemos pendientes -empezando por las medidas contra la sequía– se podrá llevar a cabo en medio del guirigay de pactos y componendas de última hora en que va a desarrollarse esta legislatura. Por si no lo sabían, el PP tiene mayoría absoluta en el Senado y puede bloquear las leyes emitidas por el Parlamento, de modo que el gobierno antifascista más antifascista que han conocido los tiempos antifascistas deberá gobernar a golpe de decreto-ley, siguiendo el ejemplo de esos demócratas ejemplares que son Putin o Maduro. Sublime.

En un país adulto estas cosas no pasarían, pero España –o como sea que se llame ese país que quizá ya no existe– es un lugar donde el infantilismo mental se ha instalado sin remedio entre nosotros. Es probable que esto mismo que escribo sea una prueba de ello. Échenle la culpa al calor. O al antifascismo.

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