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Los siete etarras asesinos retirarán sus candidaturas “en la medida de lo posible”. De no hacerlo y resultaran elegidos “en ningún caso tomarán posesión del cargo de concejal (…) a fin de mostrar así nuestro compromiso para que ni nuestras palabras ni nuestras acciones añadan jamás el más mínimo padecimiento al ya habido”, conscientes de la “polvareda política y mediática” causada “por los hechos por los que fuimos condenados”. “Hechos” es una forma insultantemente light de llamar a los diez asesinatos perpetrados por estos siete sujetos. Y la “polvareda política” se debe, según ellos, no a la inclusión de terroristas y asesinos en las listas, sino a “los intereses partidistas y electoralistas que poco o nada tienen que ver con la construcción de la convivencia y la paz”. Justifican la permanencia de los otros 37 terroristas en las listas afirmando que muchos fueron condenados “bajo la estrategia de todo es ETA que persiguió actividades estrictamente políticas y que condujo a la conculcación de derechos civiles y políticos de muchos ciudadanos y ciudadanas”, por lo que retirarlos supondría “seguir pisoteando sus derechos”. Son víctimas, por lo visto.
“Esto sí que es una victoria –ha dicho Consuelo Ordoñez–, pero no de la democracia, sino de una modesta asociación de víctimas como Covite, que ha sido quien ha denunciado esta inmoralidad”. Añadiendo, sobrada de razón, que “es indigno que den lecciones de paz y convivencia quienes impregnaron de odio y de fanatismo cada recoveco de la vida pública en el País Vasco y en Navarra”. De paso, Sánchez ha sido oportunamente favorecido por Bildu antes de su debate con Feijoo, cuando más arreciaba el escándalo de las listas y más se desmarcaban los barones. Casualidades de la vida.
Bildu se ha visto obligada a dar marcha atrás. Pero Sánchez, no. La culpa del escándalo es del PP, no de Bildu. “La democracia española derrotó a ETA hace 12 años. ETA dejó de actuar [curiosa forma de decir que dejó de asesinar], dejó de existir. Salvo para el Partido Popular y para Vox” dijo ayer. Cierto solo en parte. Mutó y dejó de asesinar. Pero si terroristas y asesinos van en las listas de Bildu, ETA no ha dejado de existir. Hubo una desnazificación en Alemania y la Ley de Memoria Democrática, por cierto, pactada con Bildu, pretende una tardía e inútil (porque el franquismo se extinguió en 1978) desfranquización. No sucede lo mismo con ETA en el País Vasco.
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