querido abuelo...

¿QUÉ decir de ti que la gente no sepa? Persona incomparable, alegre, con buena cara hasta en los peores momentos, hombre fiel y positivo, generoso, espléndido y más espléndido... Quizá no te guste que yo escriba esto por ser tu nieto, pero si no lo escribo reviento. Sé que me perdonarás...

Si hay alguien que ha jugado, me ha hecho reír, disfrutar y ver lo que es la vida, ese eres tú. Para mí y para cualquier persona que haya tenido la suerte de conocerte eres un grandísimo e incomparable ejemplo, persona correcta y con un don de gente envidiable.

A mí me has demostrado sin presumir de ello, que tienes la mejor nariz de Jerez, recuerdo esos momentos juntos en la bodega, donde pasabas días y días, ya fuese invierno, verano, entre semana o fin de semana, de ahí me viene esa afición a ese vino inmejorable, el de Jerez.

Has trabajado en la bodega hasta el último momento sin ser recompensado, pero más que orgulloso estamos de ti tus tres nietos, abuela y tu hija del alma...

Qué decir de abuela, dicen que detrás de un buen hombre siempre hay una gran mujer, pues esa es abuela, atenta las 24 horas del día a los que le rodean, como tú hacías, a la cual estoy convencido que desde ahí arriba junto a tío Rafael, tío Isidoro la cuidarás.

Termino estas letras diciendo que soy el nieto más afortunado de Jerez y parte del extranjero; hoy el cielo tiene una estrella importante que sé que brillará siempre y nos cuidará desde ahí arriba donde dicen que hay un paraíso.

Guárdame media botella de fino bien fría para tomármela contigo. Te quiero mucho, mucho, mucho.

¡Abuelo, qué grande eres!