Francisco García-Figueras Mateos

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío

20 de agosto 2024 - 07:44

Casi desde los albores del cristianismo, el Corazón traspasado de Cristo suscitó el interés y la devoción de los creyentes, no siendo hasta el siglo XI cuando comienza a adquirir cierta relevancia, popularizándose en el último tercio del siglo XVII en Francia gracias al sacerdote Juan Eudes y especialmente a Sor Margarita María Alacoque.

Las visiones de la religiosa sobre Jesús empezarían a dar forma a la devoción -el primer viernes de mes, la hora santa devocional-, siendo en 1675 cuando el Señor, en una de sus apariciones, le pide que la fiesta del Sagrado Corazón sea celebrada cada año el viernes siguiente al Corpus Christi.

El 8 de mayo de 1873 el Papa Pío IX aprueba formalmente la devoción, que sería elevada a categoría de solemnidad el 21 de julio de 1899 por el Papa León XIII.

En febrero de 1922, Jerez es consagrada al Sagrado Corazón de Jesús, en un acto celebrado a las plantas del icónico monumento situado en la Real Capilla del Calvario, siendo el que se conserva en la fachada de la antigua bodega de “Díez Mérito”, el primero levantado en nuestra ciudad.  

Desde entonces, el Sagrado Corazón se hizo presente en forma de retablos cerámicos y efigies, en calles y plazas, en bodegas, casapuertas o zaguanes y en capillas y oratorios particulares, donde también se suele representar al Señor entronizado.

Carmen López de la Banda y su nieta Carolina, ante el monumento de la finca El Aljibe.
Carmen López de la Banda y su nieta Carolina, ante el monumento de la finca El Aljibe.

Al mismo tiempo, emergieron monumentos en cerros y fincas de nuestra campiña, en los que Cristo se representa de pie, con los brazos abiertos y rostro sereno, estando presentes en sus manos las heridas de la crucifixión y apareciendo su Corazón sobre el pecho.

Uno de ellos fue erigido en la finca “El Aljibe” por Gabriel Mateos y Carmen López de la Banda, quedando un emotivo testimonio gráfico y escrito de agradecimiento por parte de ella a su querido esposo por la creación del monumento, junto con la común voluntad de consagrar todos los frutos de su matrimonio al Sagrado Corazón de Jesús. Razón por la que, sesenta y seis años después, los descendientes de Gabriel y Carmen se reúnen cada verano, en torno a esta querida devoción.

Así, en 2024, la Viña Camporreal tomó el testigo de la Jara y en una tarde inolvidable, la familia Mateos Arizón improvisó una bellísima capilla al aire libre, presidida por el precioso monumento al Sagrado Corazón de Jesús que allí se bendijo el 10 de septiembre de 2022.

Para la celebración religiosa, se contó con el virtuosismo del maestro Ángel Hortas y los emocionantes cantos de los anfitriones, celebrando la Eucaristía -muy bien organizada por Carmen Mateos-, Monseñor Rico Pavés, Obispo de Jerez.

En su Homilía, Don José advirtió del riesgo de plantear las cosas a diario como si Dios no existiera, “pues en la vida de una familia, en la relación de los esposos, en el trato de los padres a los hijos, puede endurecerse el corazón”.

Para vencer la dureza del corazón, Monseñor Rico Pavés nos animó a “beber de la fuente que es Cristo”, pidiendo al Señor para la familia Mateos López en la renovación de su consagración, que “aprenda siempre del corazón del Señor, mansedumbre y humildad, para convertirse en un signo en medio de nuestro mundo”.

Y ensalzando al término de su predicación a la Virgen María como mediadora de los tesoros del Corazón de Cristo, finalizando con su lema episcopal: “Nada sin María, todo con Ella”.

En el servicio religioso participaron niños y jóvenes de las distintas ramas familiares, teniéndose un recuerdo a quienes ya nos preceden ante el Altísimo -especialmente a Juan Mateos López y Manuel Ruiz Berdejo-, y pidiendo por quienes debido a diversas circunstancias son, en estos momentos, indiscutible prioridad en el Sacratísimo Corazón de Jesús.

La caída del sol fue testigo de una divertida y casi imposible foto de familia, a la que siguió una agradable cena convivencia en el porche de la Viña, que Pepe y Juan Mateos engalanaron con el buen gusto que acostumbran.

Recordamos así a las dos personas que hace casi setenta años, pusieron su proyecto de vida -intenciones, preocupaciones, esperanzas e ilusiones-, a las plantas del Sagrado Corazón de Jesús. Agradeciendo a Dios los valores y la educación recibidos. Y legando a las generaciones nuevas una forma -ni mejor ni peor que otras, simplemente diferente-, de entender la vida y de vivir la familia. Sagrado Corazón de Jesús. En Vos confío.

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