Por San Andrés, cuando el mosto vino es. In memoriam Andrés Luis Cañadas

Obituario

Fátima Ruiz de Lassaletta

17 de septiembre 2024 - 10:32

Por San Andrés, alrededor del 30 de noviembre de cada año desde 2006, había un martes en el que me sentaba al final del espacio reservado para los miembros de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias Artes y Letras, pues quería especialmente felicitarle en la octava de su onomástica. La de Andrés Luis Cañadas Machado. Quien se sentaba en la última fila – si no le tocaba copresidir el acto académico desde el estrado- con tarjetón y bolígrafo en manos para dar fe en el Acta de la sesión que tenia encomendada, como secretario general del claustro académico, de los de Número y Correspondientes que asistíamos y de los hechos que ocurrían en la presentación, conferencia y auditorio. Todo quedaba reflejado breve y claramente con la meticulosidad que le caracterizó –como directivo periodista radiofónico – que conocí en la Fiesta de la Vendimia del Sherry de 1968. Una cosecha de excelente mosto, para encaminar paralelamente su trayectoria profesional a ser comparable, al final de sus días, con la del mejor jerez V.O.R.S. (Muy Viejo Extraordinario Jerez).

El mundo de la Comunicación Radiofónica a nivel regional ocupaba todo el tiempo del joven director de Radio Popular de Jerez, la COPE. Quien desde la dirección de Radio Vigo había recalado con éxito de audiencia y amigos en nuestra ciudad, que hizo suya de por vida, a excepción de la duración de sus destinos en Cádiz y Sevilla, con su canal de televisión correspondiente, y de ostentar la dirección general de la Cadena, primero en Andalucía y más tarde a nivel nacional.     

A la Real Academia llegó en 1981, a pesar de su juventud, con el bagaje de un jerez V.O.S. (Muy Viejo Jerez). Con su fineza, firmeza y calidad, que le alzaron pronto a Académico de Número, Tesorero (que hasta banquero circunstancial por su dedicación y generosidad llegó a ser) y a auspicios de su presidente el doctor Francisco Fernández García Figueras fue elevado a Secretario General de la Academia, por más de 25 años. Durante los que mantuvo una excelente correspondencia con las demás Academias de Andalucía, cuyos presidentes supieron que en el tándem mentado, tenían un apoyo y disponibilidad absoluta siempre.

Todos aquellos excelentes trasvases de criaderos a soleras, sedes y nombramientos; todos aquellos rocíos – que frecuentó en Almonte y que Mariano fue hasta su último pensamiento, para la memoria de su esposa, y para Nuestra Madre y Señora de las Angustias- actos culturales y cívicos religiosos que organizaron y supervisaron, hasta esa cata, sublime y real, que será la Magna Mariana, que Andrés Cañadas soñó. Y que hasta la concurrencia de la Guardia de la Policía Montada, pidió al responsable máximo del escuadro viniera a Jerez para el solemne y excepcional evento cofradiero. Lo hizo en los Claustros en el XXV Aniversario del Diario. Fueron varios de sus logros y satisfacciones. Para la alegría de sus hijos y nietos.

Como lo fue en 2019 la esplendida edición del Gran Libro ilustrado ‘Historia de la Real Academia de San Dionisio de Jerez de la Frontera 1948-2018’. El de su devoción a la Obra y Figura del señor Obispo de Asidonia-Jerez, don Rafael Bellido Caro, y tantos otros actos de amabilidad, respeto y bien hacer hacia los demás, de este hombre de impecable terno y corbata – como el mejor estuche de presentación y etiqueta - quien promulgo el nombre de Jerez y su Cultura. Del que ahora disfrutan ya los ángeles, y se lo disputarán para sus tertulias, de las Cristinas de las alamedas del Cielo, los Santos Pedro, Dionisio y Ginés.       

 

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