Marco Antonio Velo
De Valencia a Jerez: Iván Duart, el rey de las paellas
Tribuna libre
Son días difíciles para aquellos que trabajamos al servicio del ciudadano, pero al igual que otros compañeros de otras profesiones, los profesionales tenemos que estar ahí cuando el ciudadano más nos necesita, y puedo dar fe de ello de que esta misma semana has estado al pie del cañón, haciendo una labor elogiable y admirable con total profesionalidad y dedicación.
Cuando tus compañeros del Grupo han tenido que dejar de trabajar obligados por las circunstancias que nos rodean ahora, has venido a mi despacho a decirme que quieres trabajar todos los días, que no quieres nada a cambio y que ya descansarás cuando se pueda y tus compañeros se puedan volver a incorporar. Todo un ejemplo a seguir de un profesional de los que cualquier plantilla de Policía querría tener a su servicio.
Para ti no existían horarios, días de trabajo, turnos, tú estabas siempre dispuesto a trabajar en lo que en ese momento era necesario atender, un verdadero orgullo no solo para nosotros los profesionales de la seguridad, sino también para tu Señora Hermi y tus hijos José María y Laura, por los que siempre te has desvivido para atenderlos como ellos mismos lo habrán experimentado y por tanto estar orgullosos de su marido y de su padre.
Desde que llegaste a Jerez y por el paso de tus diferentes destinos, siempre has estado bajo mis órdenes como decimos en nuestro argot profesional, siempre has destacado por tu compañerismo, por tu entrega, por tu disposición y por tu profesionalidad, para mí ha sido un verdadero Honor haberte tenido como compañero, y disfrutar de tu saber profesional y tu entrega, un verdadero ejemplo a seguir.
Estos años y esta relación profesional nos han llevado a una relación de amistad más allá de la meramente profesional, y puedo decirte amigo que te echaré y te echaremos mucho de menos, siempre como tú me decías, hay que pensar en positivo y buscar la parte buena de las cosas y aprender de ellas.
Solo me queda decirte que me cuadro ante ti como ejemplo a seguir, ya no solo por tu valía profesional, sino por los valores humanos que nos has ido inculcando con tu manera y forma de ser. Siempre te recordaré y llevaré dentro, al igual que el resto de compañeros, ahora nos has dejado físicamente, pero puedes estar seguro de que siempre estarás entre nosotros, te queremos.
Tu jefe, tu amigo, como siempre me decías,
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