Sanidad: un Pleno que era necesario

El Pleno extraordinario en el Parlamento andaluz para analizar la precaria situación de la sanidad pública no se celebrará finalmente. Aunque Vox anunció el pasado martes que votaría a favor de la iniciativa, finalmente decidió abstenerse, por lo que el Gobierno (PP y Cs), que se había negado en redondo a la celebración de dicho Pleno, ha podido evitar una iniciativa que sin duda iba a visualizar algunos de los aspectos menos positivos de su gestión. Eso sí, finalmente se ha decidido celebrar una comisión extraordinaria para tratar el tema, algo que permite al Ejecutivo autonómico mostrarse dispuesto al debate sin sufrir el desgaste de un Pleno parlamentario, siempre más vistoso y mediático. Independientemente de los lógicos intereses políticos de unos y otros, lo cierto es que el Pleno extraordinario debería haberse celebrado y que la comisión, aunque bienvenida sea, no dejará de ser un sucedáneo de un debate que se le ha hurtado a la sociedad andaluza. La mala situación de la sanidad, especialmente en la Atención Primaria, es uno de los mayores problemas que tiene actualmente nuestra autonomía y, por tanto, es normal que se hubiese tratado de manera extraordinaria y monográfica en un Pleno parlamentario, que es el más alto foro representativo de nuestra autonomía. La sanidad es uno de los pilares fundamentales de nuestro Estado del Bienestar, y todo lo que tenga que ver con ésta debe ser tratado sin medias tintas. Es cierto que los partidos usan el Parlamento para sus trifulcas políticas, sobre todo ahora que cada vez se ve más posible un adelanto de elecciones autonómicas (ayer, el presidente Juanma Moreno amagó con la convocatoria), pero eso es un mal menor en la democracia. Lo principal, lo más importante, es que los representantes de los ciudadanos puedan debatir en las mejores condiciones posibles sobre los temas que afectan a una sociedad. En ese sentido, el Pleno sobre la sanidad andaluza era necesario.