Más presión sobre Maduro

Miles de venezolanos se manifestaron el pasado sábado en ciudades y capitales de América y de Europa para acompañar una nueva concentración de la oposición en Caracas, que sigue sumando apoyos a nivel internacional para que el régimen de Nicolás Maduro acepte una salida del poder. Cualquier otra vía sería un apaño que empeoraría el intento de fraude del pasado 28 de julio. Tanto la oposición como el oficialismo han rechazado como solución una repetición de las elecciones, que fue una de las primeras opciones que barajó la troika de países que intentan convencer a Maduro de una cesión. Brasil, Colombia y México, con sus presidentes a la cabeza, mantienen conversaciones con el mandatario venezolano para que acepte el resultado de las elecciones, toda vez que el panel de expertos de Naciones Unidas ha dado por falsos los datos que el régimen quiso pasar por ciertos. Aún es posible que una comisión internacional e independiente realice el conteo de las actas si el mandatario las liberase. En cualquiera de los casos, entendemos que toda negociación debe pasar por el reconocimiento del resultado de las urnas, que han dado una victoria sin matices a Edmundo González. Poco antes del domingo electoral, el régimen ya intentó una salida a lo que iba a ser su anunciada derrota, pero pasaba por formar un Gobierno donde, además de Edmundo González, estuvieran representantes de Maduro y del que sería excluida María Corina Machado, la líder política de la oposición que no pudo presentar su candidatura porque fue anulada por el régimen. Maduro sólo tiene dos opciones: o aceptar su salida o endurecer la represión contra la oposición para mantenerse en el poder y, de momento, es esto último lo que ha elegido, ya que los costes personales de la renuncia son más altos que el enrocamiento. Es ahí donde debe ejercer mayor presión la comunidad internacional, liderada por Naciones Unidas.