Juan Ramón Medida Precioso

¿Qué diría Anguita del pacto catalán?

La tribuna

8234974 2024-08-20
¿Qué diría Anguita del pacto catalán?

20 de agosto 2024 - 03:04

No hace ninguna falta que me imagine qué diría Anguita del pacto entre los catalanes que se dicen socialistas y los separatistas que se dicen de izquierdas. Él mismo me lo explicó a durante un viaje compartido en la campaña electoral andaluza de 1986. Según dijo, romper la unidad económica o fiscal de España constituiría un atentado frontal a los intereses de los trabajadores españoles y, en particular, de los andaluces. Es a la luz de esos antecedentes como quiero interpretar las declaraciones de Toni Valero: “Hacia un modelo federal, solidario y plurinacional. Sin que las fórmulas de la derecha reaccionaria ni de una confederalidad asimétrica acentúen las desigualdades.” Espero que signifiquen lo mismo que decía Anguita y, en consecuencia, que Izquierda Unida no apoye el pacto de marras. Si lo apoyase, la apuesta por Izquierda Española ganaría muchos puntos, pues habría pesado más la ilusión de ser ministro (o director general) que la defensa de los ideales fundacionales. De federalismo algo sé y puedo asegurarle a Toni que el dichoso pacto es más confederal que federal. Y mucho más asimétrico que solidario, aunque, cínicamente, así lo hayan calificado. Además, nadie crea que todo se reduce a una cuestión de dinero. En ese pacto están en juego otras cuestiones. Poniendo entre paréntesis mis comentarios, las resumo:

-Reconocimiento de Cataluña como nación. (A la mierda la nación española en la que se fundamenta la Constitución).

-Reconocimiento de que hay un conflicto político entre Cataluña y el Estado Español (En realidad, el conflicto es entre los separatistas y la nación española)

-El origen del conflicto es la corrección por el Tribunal Constitucional del Estatuto de Cataluña. Judicializarlo incrementó el conflicto. (La eterna tesis separatista de que reprimir la sedición y la malversación es una venganza)

-La solución del conflicto político es establecer un acuerdo con el Estado y que lo refrenden los catalanes (La vieja tesis separatista de que la decisión sobre el territorio les corresponde solo a los catalanes)

-Articular una Convención nacional para la resolución del conflicto político (Una antigua idea del PSC para obtener privilegios).

-Dar voz a la ciudadanía para conocer sus preferencias territoriales y articularlas (Colarnos el referéndum de autodeterminación con el nombre de consulta ciudadana)

-Reforzar el uso del catalán. Acoger en catalán a los inmigrantes. (Convertir Cataluña en una sociedad monolingüe. Adiós a estudiar algunas asignaturas en español. Imponer el catalán también en los recreos)

-Reforzar la acción exterior de Cataluña (Impulsar la red de embajadas catalanas, pasándose por el forro que las relaciones exteriores son competencia exclusiva del gobierno español)

-Presencia catalana en organismos internacionales, como UNESCO, Interpol, ONU, FAO, etc. (Lo dicho: Cataluña sería una nación diferente de España)

-Participación de selecciones deportivas catalanas en competiciones internacionales. (A competir con la selección española en un plano de igualdad)

- Establecer un sistema de financiación singular para alcanzar plena soberanía fiscal catalana (Más claro, agua).

-Financiación basada en la bilateralidad (Nada de rebajarse al nivel de las demás regiones. El gobierno catalán solo negociará con el español. Cataluña es más que Murcia, que Valencia y que Andalucía. Incluso más que las tres juntas. Adiós Clavero; adiós Anguita)

-Creación de una hacienda catalana para regular, captar y supervisar todos los tributos (Adiós a la base conjunta de datos fiscales en España. Garanticemos la corrupción en Cataluña ocultando las transacciones económicas de los catalanes.

Carguémonos de un plumazo la Agencia Tributaria Española. Que bombeen (Trias dixit) a los dos mil inspectores de Hacienda que trabajan en Cataluña)

-Aportación catalana sujeta al principio de ordinalidad. (Los que más tienen serán los que más reciban. ¡Viva la igualdad socialista!)

En resumen, se trata de convertir a Cataluña en un Estado libre asociado a España. A los separatistas se les ve venir, pero el PSC es más sibilino: quiere los mismos privilegios que ellos, pero dentro de España. El socialista castellano Page lleva razón: ninguna sección regional del PSOE debería apoyar en el Congreso ese infame pacto. El problema es que la garantía del pacto es Sánchez. En los tiempos de Convocatoria por Andalucía definió Anguita la teoría de las dos orillas. A su amparo, se habría opuesto a la pretensión de Pedro Sánchez, aceptada por Marisú Montero tras haberla negado. Como se descuide, pasará a la historia como la ministra de Hacienda que se cargó la Hacienda española. Por bastante menos, Clavero dimitió. Esperemos que Maíllo y Valero hagan honor a su herencia.

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