Viñas 2024

Con la vendimia acercándose, el  precio de la uva recobra actualidad

Una viña de un abodega del Marco de Jerez
Una viña de un abodega del Marco de Jerez / Manuel Aranda
Agrupación de vitivcultores

07 de julio 2024 - 09:55

HACE ya dos años que nuestro grupo de viticultores emitió un comunicado donde ampliamente expresaba la difícil situación que se produciría en el sector si no se tomaban ciertas medidas de diferente índole para hacer cambiar la tendencia de ‘bajadas’ de producción en nuestras viñas. 

En aquel análisis exhaustivo insistíamos en que los bajos precios de la uva que se pagaban en el sector de Jerez erauna de las razones de porqué no se hacían mejoras, ¡importantes mejoras!, en los viñedos para mejorar incrementar las producciones que anualmente venían bajando drásticamente a un ritmo permanente. 

El año pasado por fin se logró establecer un precio que permitiría a los viticultores estudiar fórmulas para mejorar los futuros rendimientos de sus viñedos, tanto en volumen de producción por hectárea, como en calidades y grados, beneficios para todo el sector. Al final, incluyendo a las cooperativas del sector, gran parte del volumen total se vendió más al precio de 1,20 euros por kilogramo

Digamos que por primera vez en los últimos años se había logrado un precio justo, que compensaba a los viticultores de un sector, el agrícola, los muchísimos problemas  que habían hecho mella en sus rendimientos económicos.  Una prueba irrefutable del rendimiento negativo para los viticulores es el arranque de más del  40% de la viña en los últimos 15  años, realizando la conversión a  cultivos algo mas rentables como el olivar, almendro u otros, por lo  que se pretende evitar el riesgo real de volver a esa deriva y que desaparezca el viñedo no afecto a bodegas del Marco.  Podríamos enumerar muchas  consecuencias positivas que ha traído al sector de vinos de Jerez esta  base de precio que tantos años se  había solicitado por los dueños de  explotaciones de viñas.  Pero debemos de enumerar las 

más importantes. 

Una de las consecuencias de esta subida de la materia prima de nuestras uvas ha sido el incremento de los precios de nuestros vinos  embotellados para su comercialización y que se ha reflejado en los  diferentes canales de distribución,  tanto nacionales como internacionales.  Mucho se ha hablado entre los  medios de comunicación y a nivel  empresarial en nuestra Denominación de Origen haciendo referencia a los bajísimos precios a los que  se estaban vendiendo las botellas de Jere

Cierto es que hay una serie de  pequeñas bodegas, en su mayoría  familiares, que sin pensar en grandes volúmenes sí están buscando  en los últimos años, con unos buenos precios, aumentar el prestigio  y el valor que deben tener nuestros  vinos en todas partes.  Resumiendo esta nueva situación, y muy importante, es que el  aumento de precios en el mercado  se produce gracias al incremento  de costos de la uva y como consecuencia de los mostos obtenidos  posteriormente y vendidos a un  muy buen precio. 

En definitiva, ha sido algo muy  positivo para el sector, y progresivamente sería muy bueno el continuar con esta tendencia alcista de  los precios.  Otro dato también muy positivo  para todos los viticultores es la revalorización que han tenido las  hectáreas calificadas que actualmente existen en la Denominación de Origen de Jerez. 

Este fenómeno económico producido por los rendimientos de nuestra uva es algo que no se había  conocido en Jerez en toda su historia.  Nuestros vecinos franceses se  jactan positivamente de tener el  mayor precio del mundo en sus 

hectáreas de producción. Ellos defienden los precios de sus vinos al  alza, diciendo que sus tierras son  las mejores del mundo en calidad  y así poder argumentar esa política comercial de precios muy altos  en todos los países del mundo.  Algo así se debería hacer con el  futuro de Jerez , comercialmente  hablando. 

Pero no todo ha sido bueno para el sector vitícola en general. o debemos olvidar tres aspectos  económicos muy importantes que  se han dado en los últimos dos  años:  Inflación inesperada que nos está afectando muchísimo para mantener unos márgenes que nos permitan seguir invirtiendo en nuestras viñas.

Los incrementos desproporcionados de los costes que  se han dado y se siguen dando en  todos los productos y labores en la  viña siguen perjudicando a los rendimientos en los viñedos. Hacemos mención de este asunto para que no olvidemos que aunque se  ha producido una mejoría de precios de la uva, el margen bruto en  las explotaciones de los viñedos ha  bajado muy considerablemente.  O

tro factor negativo es que la  sequía continuada de los tres últimos años ha dejado en el campo  unos muy bajos rendimientos de  uva.  El nuevo precio de la uva ha provocado una gran reacción en muchos viticultores para proceder a  transformar sus viñedos, haciendo  ‘arranques’ de cepas de baja producción y plantando nuevas cepas  que tengan en el futuro los rendimientos que ahora no tienen. Además, se han recuperado labores en  las viñas, abonos, tratamientos de  todo tipo y una gran actividad agrícola pensando en el futuro.  Es cierto que este año ha llovido  mejor; no una gran cantidad, pero  sí mejor que los tres últimos años.

Nos ha faltado el ‘remate’ de unos litros en primavera, pero parece ser que tendremos una producción digamos que aceptable en comparación con las de los últimos tres años. 

La inflación sigue dañando a nuestra economía. Esperemos que vaya disminuyendo el índice excesivamente alto en estos momentos.  El arranque de viñas nos dejará con 500 hectáreas menos de producción para los próximos cuatro 

años, según nuestros cálculos deberíamos hablar ya de que estamos en un sector de 6.300 hectáreas de producción calificada. 

En resumen, vienen años difíciles hasta lograr tener en producción las más o menos 7.000 hectáreas, y producir año tras año lo más cercano al cupo de 11.428 kilos por hectárea establecido por el Consejo Regulador de Jerez

Para lograr este objetivo no podemos cambiar la estrategia de precios y seguir invirtiendo en diferentes actuaciones en el viñedo en los próximos tres años . 

Seguir en el camino iniciado es el único posible para beneficiar a todos los sectores del proceso de  elaboración. 

La situación actual no es nada beneficiosa para ninguna de las partes que conforman la Denominación de Origen de Jerez.  Actualmente hay una cosa muy clara y es que la demanda de uva y de mostos es muy superior a la oferta que se da en el mercado. Por ello no queda más remedio que exista una actuación responsable por parte de los productores de la materia prima, la uva, y los potenciales compradores de la misma. 

No son buenos los cambios grandes de precios, tanto subidas desproporcionadas como bajadas dramáticas. Las subidas de precios de la uva y el mosto eran necesarias para poder afrontar inversiones en el viñedo que dieran en el futuro las soluciones de cantidades de uvas, mejorando calidades, volúmenes de producción y grados altos para reducir un costo en el proceso de fortificación de nuestros vinos. 

Este año ha comenzado una grata reacción en el tratamiento de la vid, en abonos de fincas que llevaban más de cinco años sin esa labor, en productos para tratamientos específicos, etc... 

Digamos que la uva se ha pagado al precio que era necesario llegar para beneficio de todo un sector. 

A partir de aquí, este grupo de viticultores que controla más de dos millones y medio de kilos de producción hace un llamamiento público para que no se bajen los precios... y que se mantengan los próximos tres años con un pequeño índice de subida en base al IPC. De esta manera vendedores y compradores podrán hacer sus cálculos sabiendo cuáles son los ingresos para unos y los costos de compra para los otros. Estamos convencidos que esta propuesta podría encajar en el sector pues evitaría sorpresas que no son buenas para la programación económica a desarrollar. 

Hemos tenido que salir al paso de los intentos de las grandes empresas del sector de bajar los precios de la uva a un euro como máximo, o incluso menos ‘amenazando’ a sus proveedores de no comprar nada si no es a ese precio. 

Los componentes de este grupo de empresarios estamos recibiendo ofertas a la baja en cuanto al 

precio de uva de este año y pensamos que estamos a tiempo de hacer ver a los compradores de uva del sector questo es un grave error. ¡De nuevo vuelta atrás! Creemos que una vez expuesto todo lo anterior, reflejando la realidad de nuestra nueva situación, las grandes bodegas de Jerez harían un flaco favor al sector queriendo imponer una política de precios a la baja, que sería un paso atrás en la nueva andadura que se ha planteado a futuro en el viñedo de Jerez. 

Nuestra pregunta a estas empresas es muy simple: ¿Cuáles son los motivos de esta propuesta a la baja? ¿Más volumen de producción que está por verse? 

Alguna de estas empresas debería responder a esta pregunta valientemente, exponer cuál es el objetivo; que expongan sus razonamientos, qué esperan de este sector en el futuro... 

Hasta ahora, lo único que hemos oído de ellos ha sido que no están dispuestos a pagar lo del año pasado. 

Ponemos fin a este informe antes recordando ciertos datos: El número de hectáreas útiles de producción este año debe estar alrededor de 6.400, que son 600 hectáreas menos de lo que podríamos tener en un futuro. 

Si es cierto lo que se publicó hace una semana que la producción este año sería un 20 % superior a lo del año pasado, deberíamos estar hablando de unos 59.000.000 kilos, de los que habría que quitar unas 500 hectáreas de menos producción por arranque. La menor producción por este motivo está alrededor de 5 millones de kilos que merman el crecimiento del 20%, tan optimista. Cosa, repetimos, que está por ver. 

Al final estamos hablando de que en vez de 49 millones de kilos tendremos en realidad 54 millones. Parece ser queeste es el motivo fundamental de ofrecer un precio por kilo casi un 20% menos que el año pasado. Terminamos manifestando que con rendimientos similares al del año pasado de líquido por cada kilo, del 70%, la cantidad de litros que se obtendrían serán de menos de 38 millones de litros. 

Según nuestros cálculos, las necesidades del sector para un año vinícola, desde 1 de septiembre al 31 de agosto, serían para aplicarlas a los siguientes conceptos: Mermas del 4% de las existencias en las bodegas de Jerez (estamos hablando solamente de los vinos de para crianza tradicional); reposición de las ventas del año anterior; ¿Posible incremento de vinos para botas de envinado?; 

¿Mermas del stock de vinos envinado para las botas de whisky?; Vinagre. Al menos reponer las ventas de este producto. Todos estos datos están en el Consejo Regulador. Nosotros no queremos adelantar las cifras tan enormes de la diferencia que hay entre la producción actual y las necesidades que requiere el sector en general. 

Pero sí podemos afirmar que el déficit que se produce es muy grande y que la única solución está en seguir invirtiendo para volver a tener una producción de 55 millones de litros anuales, y no 38 millones de litros como se obtienen 

hoy. Recordamos que para obtener estos litros se necesitan 74 millones de kilos. Más o menos el cupo establecido por el Consejo. Desde hace unos años, no muchos, en la Denominación de Origen de Jerez, la demanda de uvas para cubrir las necesidades del sector es muy superior a la oferta del mercado . 

Las grandes empresas deberían buscar en el sector, junto a los viticultores, soluciones que no se limiten solamente a bajar los precios de compra cuando vayamos a tener producciones más altas. 

Esta actuación unilateral de los compradores de uva lo único que logra es volver a poner la desconfianza en el sector de los viticultores... 

Si eso ocurriera, podemos asegurar que esta Denominación de Origen iría a su desaparición total. ¿Es eso lo que queremos en Jerez? Nota importante: si el negocio del campo no tiene una estabilidad con un futuro sostenible, seguirá el abandono y no habrá un relevo generacional que se haga cargo y asegure la continuidad del sector. Esto lleva ocurriendo varios años y de ahí que estén desapareciendo muchas viñas y haya una bajada de negocios dedicados al cultivo de la uva en el sector de Jerez. 

No olvidemos recordar que este negocio da trabajo a un gran número de personas, los convenios han subido los costos mínimos de mano de obra en beneficio de la estructura laboral de Jerez. Hay que mantenerlo e impulsarlo para el beneficio de todos. Es difícil encontrar mano de obra cualificada y hay que pagarla. Para ello hay que estructurar un negocio con estabilidad y con continuidad. ¡No sigamos buscando excusas de bajadas de ventas permanentes en los vinos de Jerez! Prestigiemos nuestro sector: vendamos quizás menos pero a precios dignos de una imagen de prestigio. Es el único camino a seguir. Para ello, todos los responsables de la cadena de producción y comercialización tienen que tener actuaciones en beneficio de la comunidad.

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