'Alfredo': el templo del gin-tonic durante más de 20 años en Jerez
Gastronomía
Tartas, cócteles, 60 sabores de helados... El jerezano Alfredo Carrasco revolucionó el mundo de la hostelería con un nuevo concepto: para todos los públicos, a cualquier hora y con la mejor calidad en el servicio
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La ciudad de Praga es única. Cualquier turista debe visitar su famoso castillo y otros lugares como el Clementiun o el Reloj Astronómico. Esto sólo puedes verlo allí. También posee un bar llamado Alfredo, pero sintiéndolo mucho, no es el único en el mundo, ni tampoco el mejor. Ese está en Jerez donde sirven tartas, batidos, cócteles y gin-tonics como pocos establecimientos jerezanos.
Hace más de dos décadas Alfredo Café & Copas revolucionó el sector hostelero en un local ubicado en la avenida Lola Flores, cuenta con una amplia terraza con zonas verdes justo en frente. Las tartas junto a la bollería con té o café hacen las delicias de los más golosos, especialmente en invierno.
Los helados y la combinación de estos con la pastelería participan de la fiesta del verano en Alfredo Café & Copas con la coctelería. No resulta nada exagerado afirmar que el hostelero fue uno de los primeros en el sector jerezano en otorgar protagonismo e innovación a la carta de cócteles. También fue pionero en implantar este modelo de negocio: una cafetería para todos los públicos. “Hemos copado la tarde-noche, pero para todos los públicos. No queríamos ser una cafetería- pastelería, ni el típico pub de copas nocturno. Aquí viene una pareja y, la siguiente vez, viene con sus padres y sus sobrinos… Desde el principio apostamos por un lugar donde poder disfrutar de una merienda y también donde tomar unas copas largas, siempre para todo tipo de públicos. Vienen desde adolescentes a tomarse sus gofres, en sus primeras salidas, a personas muy mayores”.
Precisamente, de la carta Carrasco destaca los gofres y las tartas: “especialmente la tarta de queso, es algo extraordinario”, afirma. Aunque de lo que más presume es del gin-tonic. Para Alfredo, preparar un buen gin-tonic es casi un ritual. Asegura que es necesario conocer algunos conceptos muy concretos, ciertos pasos que, a priori, pueden parecer poco: desde la calidad del hielo, al zumo de limón que es contraproducente para la tónica porque diluye su gas, lo bueno es la cáscara”, explica.
Llegados a esta época del año el establecimiento se transforma adaptándose a la época estival. Pasa de una atractiva vitrina de pasteles a una exposición de helados, en torno a sesenta sabores diferentes. Va más allá de un combinado de helados, elaboran gofres y crepes artesanos con o sin helado, los batidos helados especiales con frutas, con licores. “Se convierte más en una heladería y coctelería, en la que cuidamos mucho los detalles”, explica su gerente Alfredo Carrasco.
Toda una institución
Gran parte de los empleados trabajan desde su inauguración en octubre del año 2000: “Van a cumplir 23 años de trabajo, no es lo mismo que encontrar una cara nueva cada vez que vienes”. Eso se traduce en una buena atención, copas bien servidas en la mesa, “con elegancia”. En los tiempos que corren es muy difícil encontrar a personal que ya te conoce y siempre te atiende con una sonrisa. “Si me preguntas cómo nos hemos podido mantener estos años, ha sido por ofrecer un servicio de calidad durante casi 23 años”, incide Alfredo Carrasco.
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