No faltes al Belén Viviente 2023 de esta asombrosa villa de la provincia de Cádiz
Cita Navideña 2023
El casco antiguo de Rota será el escenario y el alumnado de los Salesianos los protagonistas
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El Colegio de los Salesianos, con la colaboración de la Hermandad del Santo Entierro y el Ayuntamiento de Rota, da paso un año más a una cita muy esperada para el pueblo roteño en cada Navidad, el Belén Viviente. La cita de esta edición que volverá a recorrer las calles de Rota para representar ocho escenas del Nacimiento de Jesús ya ha sido presentada oficialmente.
En qué consiste
Un total de 150 alumnos y alumnas del colegio los darán vida durante los días 15 y 16 de diciembre en el casco histórico de la población costera a este Belén tras semanas de trabajo e ilusión junto al profesorado y los monitores. Este bella iniciatica que recuerda el sentido de la Navidad y el nacimiento del Niño Jesús se ha convertido en un verdadero reclamo turítico de la Villa de Rota. El año pasado atrajo a más de dos mil personas quienes disfrutaron de las bonitas escenas.
El alumnado ensaya desde octubre, así como al profesorado que hace las narraciones y ensayos. Por su parte, los familiares también colaboran en el montaje, desmontaje y en darle vida al Belén.
Fechas y hora
El Belén viviente se celebrará el viernes 15 y sábado 16 de diciembre en horario de 18:00 a 22:00 horas. Como viene siendo habitual, el primer pase del viernes estará destinado a la Asociación de Personas con Discapacidad de Rota, y se ha establecido un donativo para acceder de 1,5 euros con la intención de recaudar fondos para cubrir los gastos de compra de material para las escenas, así como para destinarlos a fines sociales. El director espiritual, Eduardo Arduña, manifestó su "satisfacción" por encontrarse con esta gran inciativa que "nos recuerda el nacimiento de Jesús para ser felices y hacer felices a los que nos rodean".
Primer Pesebre o Belén viviente
El pesebre viviente lo inventó San Francisco de Asís en la Navidad de 1223, en el pueblo italiano de Greccio. Francisco estaba débil y enfermo y pensando que aquella sería su última Navidad en la tierra, quiso celebrarla de una manera distinta. Su amigo Juan Velita era dueño de un pequeño bosque en las montañas de Greccio y ambos se pusieron de acuerdo para hacer allí un pesebre vivo, en secreto, para que fuera una sorpresa para la mayoría de los habitantes del pueblo.
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