Visto y Oído
Broncano
Qué ver
Hay rincones mágicos y también estratégicos. A lo largo de los siglos las diferentes culturas que han pasado por la provincia han sabido exprimir al máximo todo lo bueno que ofrece. Un claro ejemplo está a poco más de media hora de Jerez, en uno de los municipios de la costa noroeste.
El origen del Castillo de Chipiona, aún hoy es incierto. Su historia a lo largo de los siglos tampoco es cristalina. Si bien, se conocen datos -algunos asombrosos- sobre sus residentes y udos, otros son ambiguos. La construcción de la fortaleza se atribuye a Alonso Pérez de Guzmán ‘El Bueno’, aunque estudios recientes lo sitúan en una época posterior, posiblemente el siglo XV.
El castillo original poseía unas dimensiones menores y una única planta. Entre los siglos XVI y XVIII se ejecutaron obras importantes que modificaron su distribución y dieron lugar a una nueva división de los espacios, nuevos vanos y una segunda planta.
Los registros públicos demuestran que el Castillo ha tenido diferentes usos a lo largo de la historia. Sirvió de sala capitular del consistorio chipionero, residencia del párroco de la villa (según actas capitulares del siglo XVII), cárcel local durante los primeros años del siglo XVIII, cuartel de la Guardia Civil a finales del siglo XIX y hotel durante los siglos XIX y XX.
Durante el siglo XIX Chipiona se convirtió en un importante enclave turístico para las clases adineradas, teniendo su antecedente más notable en los duques de Montpensier, que hicieron de Chipiona una localidad de veraneo y balneario para la aristocracia. Fue en estos momentos cuando el Castillo toma su fisonomía actual, adaptándose al uso hotelero.
En 1887, una vecina de Chipiona adquirió el castillo con la finalidad de rehabilitarlo como hotel. Tras el cierre de este negocio en 1989, la fortaleza quedó abandonada durante 11 años y se deterioró de forma progresiva.
Una de las intervenciones que conocemos tuvo lugar en 1922, con motivo de la estancia en el Castillo durante más de cinco años de la familia real, concretamente, de Carlos de Borbón y Luisa de Orleáns. Por este motivo, la fortaleza-hotel fue reformada a un coste de 1372,95 pesetas. Doña María de las Mercedes de Borbón, madre del actual rey Emérito, también residió en el Castillo, según relata en sus memorias ‘Yo, María de Borbón’. A partir de la estancia de la familia real, volvería a utilizarse como hotel hasta el año 1989.
A finales de 2000, el Ayuntamiento de Chipiona expropió el edificio a sus anteriores dueños para renovarlo y convertirlo en un museo, el cual abrió sus puertas en 2009. En la actualidad, el Castillo integra el Centro de Interpretación ‘Cádiz y el Nuevo Mundo’, dedicado a la relación que tuvo la provincia de Cádiz con el descubrimiento de América, la colonización y la explotación del Nuevo Mundo. La exposición muestra un recorrido histórico desde la situación de Cádiz previa al Descubrimiento hasta la promulgación de la Constitución de 1812.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios