‘La virgen Niña Dormida’ de Zurbarán: la ‘Gioconda’ que guarda la Catedral de Jerez
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Esta obra de uno de los artistas más prolíficos del Barroco español no puede ser fotografiada y algunas dudas la envuelven
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El retrato de Leonardo da Vinci de 1503 protagonizado por Lisa del Giocondo, mujer de 24 años, madre de cinco hijos y esposa de un rico comerciante de seda florentino, es sin duda la obra de arte más famosa del mundo. De éste se ha analizado una y otra vez cada mínimo detalle y ciertamente, los expertos y eruditos no dejan de divulgar curiosidades y teorías al respecto: su sonrisa inescrutable, la mirada que no te mira, la "delicadeza" con la que se pintan sus manos y párpados lo que nos paraliza e hipnotiza…
En la Catedral de Jerez se guarda con recelo una obra del pintor extremeño Francisco de Zurbarán (1598-1664), óleo datado entre 1630 y 1635, obra maestra de la pintura española: ‘La virgen Niña Dormida’. Los admiradores de uno u otro pintor, así como los más ortodoxos conocedores del arte, disculpen la comparación. Ésta únicamente lleva a concluir que la protagonista del cuadro de Zurbarán también ha desatado numerosas dudas. Hay quienes consideran, por ejemplo, que, en realidad, la virgen no duerme, sino que medita tras leer los salmos.
Adelaida Ariza Hitos afirma lo siguiente: "Realmente, la postura de la Niña no corresponde al abandono plácido de los niños al dormir, más bien denota ese estado de vigilia que parece mantenerla entre la tierra y el cielo. Así lo expresa también la aureola que entorna la cabeza (y que así mismo nos ha desvelado la última restauración), una aureola formada por cabecitas angelicales".
Devoción Mariana
El posible destinatario de esta Virgen Niña Dormida pudo ser el retablo de la iglesia de la Trinidad Calzada de Sevilla, con la intención de alentar una tierna devoción mariana desde la infancia, asumiendo el espíritu de la Contrarreforma. Si esta obra fue pintada hacia 1630, Zurbarán acababa de asentarse en Sevilla donde rápidamente su prestigio le colocó a la cabeza de los pintores locales. Zurbarán pintó varios lienzos dedicados a la infancia y a la vida familiar de María. La niña parece la misma que la de Virgen niña en éxtasis y recuerda a la de la Familia de la Virgen.
Quedan dudas que aclarar en torno a esta obra, al igual que en el cuador de La Gioconda de Da Vinci. Quizá ese sea uno de los grandes atractivos del arte.
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