La colección de plata civil única en Andalucía que puedes visitar en Jerez
Museos
La Fundación Andrés de Ribera acoge esta muestra en el Palacio del Tiempo de Jerez, una de las pocas abiertas al público
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Probablemente hay personas particulares que conservan piezas de plata, sobre todo de temática religiosa. Sin embargo, son escasas aquellas colecciones de piezas civiles de plata que, además, se puedan visitar. Una de ellas es la perteneciente a la Fundación Andrés de Ribera que se puede disfrutar en el recorrido del Palacio del Tiempo que acoge Los Museos de la atalaya.
En las diferentes vitrinas se exhiben 42 piezas propias de menaje y equipamiento de la casa, tales como escribanías y candeleros junto con otras de servicio de mesa, como son las bandejas, salseras, jarras y soperas. En este último caso, las piezas no solían usarse para contener alimentos, sino que se colocaban en aparadores junto al lugar donde celebraban los banquetes.
El grueso de las piezas que se pueden ver en esta sala, si exceptuamos el exvoto naviero, datan entre los siglos XVIII y XX, si bien hay varios bernegales contemporáneos que incorporan monedas de la época de los Austrias. Te todas, destacamos dos:
El exvoto del navegante
Esta es la pieza 43. Desde comienzos del siglo XVI la Carrera de Indias fue una realidad en la que se embarcaron numerosos españoles. En busca de fortuna, y atraídos por las riquezas del recién descubierto continente americano, muchos marcharon al otro lado del Atlántico. Los viajes transoceánicos de la época eran penosos y muy peligrosos, pues a los naufragios producidos por causas naturales había que sumar los ataques de los piratas. Esto hacía que la solicitud del auxilio divino fuese la norma en los viajeros de la época, algo que en ocasiones se traducía en objetos como el que se encuentra en la sala. El barco, que se puede fechar entre finales del XVI y comienzos del XVII (aunque transformado en época contemporánea) es el regalo de uno de estos viajeros. El tamaño de la pieza hace pensar en alguien con una posición económica desahogada, tal vez un mercader, que encargó la pieza para colocarla en algún santuario como muestra de agradecimiento a una imagen de devoción por el éxito de su aventura.
El Jarro de Pico
Datado 1650 en Madrid. Ha crecido el interés por este tipo de pieza de la platería civil, que servía para verter agua a los comensales en los s. XVI, XVII y primeros del XVIII. Es el objeto más emblemático de la platería doméstica hispana, y éste en concreto es de gran valor. Se llama de pico por la forma del saliente por donde se vierte el agua, y es jarro por tener un asa (las jarras tenían dos). A veces se hacían fuentes a juego dado que también servían para verter agua en la fuente con el objetivo de lavarse las manos. Existen escasísimos juegos completos de este caso. Según algunos estudios el uso de estos jarros de pico tienen su origen con los Reyes Católicos, y fueron evolucionando en su apariencia hasta alcanzar verdaderas obras de arte de la platería como el que se muestra en el museo Palacio del Tiempo.
La Fundación
La Atalaya - con la gestión de la Fundación Andrés de Ribera -, se erige como ejemplo de lo que debe reunir una oferta complementaria cultural de calidad, apetecible en cualquier época del año, y con un claro enfoque al turismo corporativo o de empresas.
Dirección: Calle Lealas, 30 info@elmisteriodejerez.org
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