Lebrija: la única ciudad de la provincia de Sevilla que forma parte del Marco de Jerez

A lo largo de los siglos este territorio, actualmente jerezano, fue ocupado por numerosos pueblos. Como consecuencia de ello, se erige como uno de los lugares más interesantes de la Baja Andalucía, desde el punto de vista arqueológico y etnográfico que atrae a todo tipo de turistas y visitantes.

Uno de sus grandes alicientes, se debe a su ubicación, dado que la ciudad sevillana de Lebrija se halla enclavada en el Bajo Guadalquivir. En el territorio converjen tres medios físicos distintos: el de las marismas, el de la campiña y el del monte. Limítrofe con la provincia de Cádiz, se alza imponente entre marismas, viñedos y alfares, cerrando el horizonte de la campiña del Marco de Jerez. Por tanto, es la única localidad de la provincia de Sevilla, hasta el día de hoy, incluida en dicho Marco.

Hasta octubre de 2022 el envejecimiento final de los vinos del Marco debía tener lugar en alguna de las localidades del conocido como ‘triángulo del Jerez’, es decir, Jerez, El Puerto de Santa María o Sanlúcar de Barrameda, aunque la uva pudiera proceder de cualquiera de las localidades del territorio de la denominación de origen.

Orígenes

Los primeros asentamientos en Lebrija datan de la época prehistórica, con restos del Calcolítico encontrados en la zona. Romanos y musulmanes ocuparon la ciudad hasta el siglo XIII, cuando se produjo la reconquista cristiana. Todas estas culturas dejaron un rico legado en la ciudad, dentro del que destaca

• EL castillo, de origen almohade (siglo XIII).
• La Capilla de la Vera-Cruz, del siglo XVI.
• La Iglesia de Santa María de la Oliva, de la segunda mitad del siglo XIII.

Curiosidades

Lebrija es el lugar de nacimiento de Antonio de Nebrija, autor de la primera Gramática Española en 1492, del navegante Juan Díaz de Solís, el descubridor del Río de la Plata, el cantaor Juan Peña El Lebrijano y el pianista David Peña Dorantes, por quienes el pueblo tiene reconocida fama internacional.

Qué comer

Otro de los tesoros de Lebrija es su gastronomía. Algunos de sus platos tradicionales son las habas corchas, los caracoles o el ajo refrito. Un verdadero manjar cuyo sabor se ve potenciado en compañía de una copa de vino.