Quién era María de Xerez, la mujer excepcional que llevó a Jerez por bandera
Jerezana para la historia
En la actualidad, cuelga en la fachada de su casa en calle Bizcocheros una placa en su memoria y no todos conocen su historia y bagage
Hace unos años en esta cabecera, un compañero comenzaba así una de sus publicaciones en Diariodejerez: “¿Quién no conoce a Lola Flores? Sin duda, La Faraona es de las jerezanas más universales de todos los tiempos. Pero ha habido otras mujeres de Jerez destacadas de su época, que vencieron con determinación a la desigualdad para brillar con luz propia y que no son tan conocidas, ni siquiera en nuestra ciudad”.
En dichas líneas mencionaba los nombres y apellidos de algunas de esas mujeres jerezanas relevantes que apenas conocemos: Margarita López de Morla, María Luisa Cobos o María Luisa Puiggener, entre otras. A todas ellas, por cierto, el Ayuntamiento les rindió tributo en la Agenda de 2021, bajo el título ‘Las nuestras’.
Pasan el tiempo y si le preguntas a cualquier ciudadano o ciudadana de a pie por ellas, poco o nada saben responder. No obstante, en esta ocasión queremos centrarnos en una sola de ellas, Carmen Carriedo de Soto, escritora y periodista que firmaba con un pseudónimo que transmitía la admiración por su tierra y orígenes, María de Xerez.
“Dama de noble porte, trato exquisito y clara inteligencia, vino al mundo en una casa de la calle Prieta el día 6 de noviembre de 1880. Como todas las damas de su tiempo fue educada para ser una buena ama de casa, esposa y madre. Pero en ella bullía algo más que eso: sentía verdadera pasión por la literatura”. Así la describió en su blog Antonio Mariscal Trujillo.
Prolífica trayectoria
A pesar de comenzar a escribir a los 38 años de edad, cuando ya sus hijos eran mayores, destacó por su labor vocacional por las letras y el periodismo. Arrancó en esta hermosa profesión en El Guadalete con el seudónimo de María Xerez. Sin duda, una declaración de intenciones. Fue cronista de la ciudad. En dichas crónicas hablaba de las costumbres, el arte y el vino. Pero su trabajo traspasó las fronteras locales, pues colaboró reconocidas cabeceras como El Correo de Andalucía, Ayer y ABC.
Además de contar la historia del día a día, escribió novelas, entre ellas destacan ‘La niña azul’ en (1922), premiada por Biblioteca Patria, ‘Despertar’, ‘En la aldea’, ‘El castillo de Nichopa’ (1926), ‘De mi jardín’, ‘Desertar’, ‘En plena epopeya’ y ‘El ciego de San Francisco’. Otras quedaron sin publicar.
Esta mujer avanzada a su tiempo (no olviden en qué época y contexto vivió), que firmaba con la nomenclatura de su tierra, posee en su memoria una placa en la casa donde vivió, en la céntrica calle Bizcocheros.
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