Rebanada de pan de campo con zurrapa y tapas variadas en el mismo local de Jerez
Barcon solera
Otra opción es comprar los churros en calle Doña Blanca y degustarlos observando el trajín de las mañanas del centro jerezano
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Carteles de corridas de toros, del Cristo, de artistas famosos del flamenco como Agujetas o Luis de la Pica adornan las paredes de este céntrico local de Jerez, ubicado en la calle Doña Blanca. Castizo como pocos, encarna los rasgos más jerezanos de un auténtico bar con solera y eso lo ha sabido ver hasta la mismísima Cruzcampo. ¿Recuerdan el anuncio de la muñeca de Marín vestida de gitana? El original spot publicitario ‘Gitana, una fábula con mucho acento’, le da vida. Ataviada con su traje rojo de lunares blancos y con el rabillo del ojo bien pintado, sale del Bar La Perla, ubicado frente al mercado de Abastos, a comerse el mundo.
Y es que, así se puede sentir un cualquier mortal que tiene la suerte de despertar de su letargo por la mañana con uno de sus desayunos. Abierto desde 1897, ofrece el desayuno tradicional de la tierra: café y rebanada de campo o mollete con aceite, tomate o zurrapa, mismo… También puedes sentarte a comer churros, ya que, hay varios puestos en la calle. La Perla hace las delicias de los oriundos, así como de los visitantes. Este negocio, más que centenario, sobrevive al paso del tiempo. Cada mañana está a rebosar de quienes van a la plaza a por provisiones, a cualquier otra tienda del centro o a realizar gestiones.
Sus clientes no buscan un ‘brunch’, muy en tendencia en la actualidad. Quien entra en La Perla se lleva a la boca platos y productos muy de aquí. Del desayuno, pasan a la copa de vino, cuando el Papa ya ha bebido, a las tapas frías, al pescaíto frito o a la plancha. Adobo, gambas, boquerones, pijotas, tortillita de camarones o bacalao, depende… Una buena tapa de carne mechá, queso, bocadillos y los clásicos riñones al Jerez.
Es una gran forma de empezar el día, de ser partícipe del ajetreo del centro durante la mañana y, a partir de ahí, el resto de la ciudad. Eso sí, se advierte: desayunar allí dejando las prisas a un lado, dado que suele estar muy concurrido. Nada mejor que tomarte el primer café observando el teatro de la vida jerezana sentado en una de sus mesas.
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