Las apariencias engañan: El Mercado de Abastos de Rota es una enorme caja de sorpresas

“Rota, ciudad milenaria, monumental, sostenible, moderna, cultural, deportiva, tradición marinera, gastronómica y festiva, Ciudad con Encanto”. Así resume brevemente Turismo Rota a la Villa. Pero, evidentemente, con 16 palabras la descripción se queda corta, ya que la localidad es una de las poblaciones más sorprendentes de la provincia de Cádiz.

Quienes no la conocen la sintetizan aún más, reduciéndola a un municipio costero, que lo es y, además, maravilloso. Sin embargo, Rota tiene muchísimo que ofrecerte y donde menos lo esperas. Al margen de las idílicas playas, así como otros parajes naturales, la gran historia y su patrimonio, en la actualidad se le aporta un valor añadido a cada uno de sus edificios. Uno de estos es el Mercado de Abastos.

En la actualidad, esta instalación puede ser considerada de tamaño mediano y sus distintas funciones son muchas. Los puestos siguen situados en torno al patio central de grandes dimensiones, con mucha luz. En ellos puedes adquirir carnes, frutas y verduras autóctonas y de primera calidad. Se ha convertido en un mercado gastronómico, además de en un centro multidisciplinar. Sus instalaciones acogen diferentes actividades como Sábados de Alta Cocina Gaditana, en el que han participado prestigiosos chefs, el Encuentro Literario Poético organizado por el ateneo de Rota o diferentes actos por la igualdad.

Cuenta con sala de exposiciones y dependencias municipales. Presumen de poner a la venta materia prima típica de la gastronomía roteña. Muy próximo a este mercado, también la pescadería de la Cooperativa de Pescadores de Rota con un amplio surtido de buenos pescados.

Reformas del Mercado de Abastos de Rota

Este esta instalación fue construida en 1928 sobre parte del solar del convento de la Merced. En torno a un patio central porticado se distribuían los puestos destinados a la venta de carne, pescado, huevos, verduras, frutas, así como los departamentos destinados a café e inspección municipal y veterinaria. En 1962, ya se había quedado pequeño, de modo que se edificó una segunda planta sobre la ya existente ya que se había quedado pequeño debido al incremento experimentado por la población. Casi medio siglo más tarde, en 2008 se volvió a inaugurar el claustro-patio del mercado público tras su última remodelación, con la cual se le concedió un aire conventual acorde con la historia del lugar en que se levanta.