Una auténtica aventura: de sendero por uno de los encinares más bellos de Jerez y su entorno

La ruta discurre por el camino del Encinar de Vicos que conecta la finca de Garrapilos para unirse después a la Cañada de Vicos o de las Mesas de Santiago que, en este primer tramo del recorrido, discurre a la izquierda junto al arroyo de Vicos. La cañada presenta algunos tramos con el paso casi cerrado por la espesura de la vegetación, de modo que se puede convertir en una auténtica aventura.

Salida

El camino comienza en las proximidades del cortijo de Garrapilos, cuyas instalaciones pertenecen a la Yeguada Militar y en las que se han criado caballos desde hace casi un siglo. Puedes llegar hasta allí desde Jerez por la carretera de El Portal. A la altura del km 3 nos desviaremos en dirección al Poblado de Doña Blanca.

Qué ver

A lo largo del recorrido encontrarás estampas de gran belleza paisajística, con masas forestales y espacios adehesados, grandes ejemplares de encinas y alcornoques que adornan los campos de cultivos y los cuales, sin duda, merece la pena inmortalizar.

Por su parte, el Encinar de Vicos está formado por 48 hectáreas y es, en parte, pertenece a una finca privada. Al igual que el parque de Las Aguilillas, en Estella, constituye un bosque-isla, es decir, un espacio forestal rodeado de cultivos.

En esta masa forestal destaca un mesto, que figura en el Catálogo de árboles singulares de Cádiz. Se trata de un curioso ejemplar, híbrido entre alcornoque y encina, muy poco habitual en el medio natural. Por su extraordinario tamaño, puede verse a la izquierda del camino, despuntando en medio del encinar.

Además del gran edificio que sirvió de cuartel, junto al camino se observan naves que sirvieron de cuadras y picaderos y diferentes cercados donde pastaban o ejercitaban los caballos de pura raza española y pura raza árabe. Garrapilos está unida a Vicos por el camino por el que paseamos y del que le separan unos 6 km. En Vicos, sede de la prestigiosa Yeguada Militar de Jerez, donde se crían caballos de raza pura árabe y española, están las yeguas y los potros. A partir de los seis meses, los potros machos son enviados a Garrapilos. Allí comparten instalaciones con los sementales allí ubicados, mientras que las hembras permanecen en Vicos junto a las yeguas.