El autor de la famosa Salve marinera nació en Sanlúcar de Barrameda

Estos días se entona la popular Salve marinera es este fragmento de la zarzuela El Molinero de Subiza: 

¡Salve!, Estrella de los mares,

de los mares iris, de eterna ventura.

¡Salve!, ¡oh, Fénix de hermosura!

Madre del Divino Amor.

De tu pueblo, a los pesares

tu clemencia dé consuelo.

Fervoroso llegue al cielo

y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.

¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares.

¡Salve!, Estrella de los mares.

Sí, fervoroso llegue al cielo,

y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.

¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares,

Estrella de los mares,

¡Salve!, ¡salve!, ¡salve!, ¡salve! 

El sanluqueño Luis de Eguílaz (1830-1874) compuso la letra en 1870 y Cristóbal Oudrid la música. El molinero de Subiza fue un rotundo éxito: en menos de un año fue representada trescientas veintisiete veces en Madrid13, y no sólo se hizo popular en la capital, sino que se exhibió por toda España durante las décadas siguientes14, alcanzando aún más notoriedad.

Dicho cántico fue popularizado en su tiempo por la Armada Española por ser el himno de ésta. Con el paso del tiempo se terminó haciendo popular en todos los ámbitos de la mar.

Estrella de los Mares (Stella Maris) es uno de los nombres de la Virgen María, procedente de la interpretación de un pasaje del Antiguo Testamento, primer libro de los Reyes, 18:41-45.

Luis de Eguílaz

Damaso Luis Martínez Eguílaz y Eguílaz nació en Sanlúcar de Barrameda en agosto de 1830. fue un escritor y autor dramático español, padre de la también dramaturga Rosa de Eguílaz y Renart.

Según recoge el sanluquilla.com, el dramaturgo sanluqueño empezaría a escribir el texto de El molinero de Subiza en 1864, para el que contaría por primera y única vez con la música del afamado Cristóbal Oudrid, compositor del El sitio de Zaragoza, una obra de tintes patrióticos que exalta la resistencia del pueblo español al invasor francés—. Al parecer, Eguílaz, autodenominado escribió su zarzuela “con el pensamiento de purgar de extranjerismo el arte lírico español”, ya que “inspirados en el sentimiento patrio,

que hablen al público de nuestras costumbres, de nuestras ideas propias, de los altos hechos de nuestros nobles antepasados entonces para los compositores sería imposible dar a su música un carácter nacional”.

Luis de Eguílaz falleció en Madrid en 1874. El Ateneo de Sanlúcar de Barrameda conserva un retrato al óleo de este sanluqueño.