El 'bosque-isla' de Jerez que en el pasado fue un depósito de escombros

Los pagos de viñedos son las primeras imágenes que cualquier persona asocia a los paisajes de Jerez, por la gran relevancia de la cultura y la elaboración de sus vinos. Cierto es que los hay por todo el municipio con fácilmente reconocibles por las viñas sobre albariza. Pero el municipio, también surcado por el río Guadalete, cuenta con otros cultivos en su vega, y también con otros espacios verdes diferentes.

A continuación, nos referimos al Parque Forestal de Las Aguilillas. Los vecinos y vecinas de Jerez y alrededores lo conocen, al menos de vista, ya que, parte de sus 67,4 hectáreas se observan desde la carretera. Se sitúa en el kilómetro 6 de la Carretera CA-501 de Jerez a Cortes, junto a la pedanía de Estella del Marqués y es un 'bosque-isla' enormemente disfrutada por familias, deportistas y amantes de la naturaleza.

Es muy habitual que grupos de personas pasen el día, sobre todo, los fines de semana y festivos. Los merenderos son testigos de fiestas de todo tipo, especialmente, cumpleaños de pequeños, los cuales pueden disfrutar allí como enanos de un gran día en contacto con la naturaleza. También son asiduos aquellas personas que practican senderismo o cualquier otro tipo de deporte… Sin embargo, este pequeño oasis, alejado de las prisas y los edificios altos, es relativamente joven.

Tuvo un pasado

Su origen difiere bastante de lo que es hoy día. Estos terrenos se encontraban sumamente degradados por las actividades extractivas desarrollados en él, utilizándose como canteras de áridos y depósito de escombros. El origen del parque se remonta a finales de los años 60 cuando el Instituto para la Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) acometió plantaciones de Eucalipto rojo y Pino carrasco en terrenos de su propiedad. El objetivo no era otro que obtener madera para sus trabajos de infraestructura. Posteriormente, se convirtió en propiedad del Ayuntamiento jerezano responsable de este maravilloso 'bosque-isla' del que se estima que disfrutan en torno a un millar de personas cada fin de semana.

Qué ver

Además de la rica flora, cuenta con una interesante fauna. Por allí se encuentran lagartos ocelados, culebras viperinas, culebras de collar. Aves como chotacabras pardo, el cárabo y el búho chico. También mamíferos entre los cuales destacan el meloncillo y el erizo.