El castillo donde fue encarcelada doña Blanca de Borbón, a un paso de Jerez
Viaje al pasado
En la carretera del el Portal se halla este valioso yacimiento cuyos primeros restos datan de la Edad del Cobre
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En la actualidad, la mayoría de las veces volvemos la vista atrás, a la historia de Jerez y su entorno desde una fecha relativamente reciente: la conquista de Alfonso X El Sabio en 1262. Sin embargo, en esta zona quedan algo más que resquicios de épocas anteriores y en buen estado de conservación.
En esta ocasión, nos referimos al enclave Arqueológico Castillo de Doña Blanca, en la carretera de El Portal, flanqueado al norte por la Sierra de San Cristóbal y al sur por una amplia llanura de marismas y salinas formada por depósitos aluviales del Guadalete. Esta llanura formó parte de la bahía de Cádiz, por lo que el mar llegaba hasta la base del cerro en el que se situó el primer asentamiento.
Los restos más antiguos encontrados en él pertenecen a una fase tardía de la Edad del Cobre, de finales del III milenio a.C. De esta fase se han excavado algunos fondos de cabañas dispersas por la base del yacimiento que se adaptan a la topografía original del terreno. Tras un periodo de abandono, el yacimiento permanece deshabitado hasta la primera mitad del siglo VIII a.C. momento en el que vuelve a ser ocupado, construyéndose pocos años después de la primera muralla.
El yacimiento tiene forma de colina amesetada de planta casi rectangular, mide 6,5 hectáreas de extensión y se eleva 31 metros sobre el nivel del mar. Su relieve es totalmente artificial y se ha formado por la superposición de depósitos y construcciones que se han ido acumulando a lo largo del tiempo, alcanzando en algunos puntos hasta nueve metros de estratos arqueológicos.
Desde el siglo VIII a.C. el enclave permaneció poblado hasta la llegada de los romanos a la Península Ibérica, con motivo de la Segunda Guerra Púnica, a fines del siglo III a.C. Durante estos cinco siglos de ocupación ininterrumpida, la ciudad sufrió varias remodelaciones urbanísticas y se llevó a cabo la construcción de otras dos murallas.
Más tarde volvió a ser abandonada hasta época medieval islámica, cuando se estableció una alquería almohade. Posteriormente, en el siglo XVI se erigió una ermita de planta de cruz griega, que es la torre aún conservada, denomina popularmente Torre o Castillo de Doña Blanca. Este nombre le fue asignado dado que la tradición popular la identifica como el lugar en el que sufrió cautiverio Doña Blanca de Borbón, esposa de Pedro I.
Este yacimiento es fundamental para la investigación de la protohistoria de la Península, así como del Mediterráneo, sobre todo, para el estudio de la presencia fenicia en Cádiz.
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