Algunas curiosidades sobre la playa más famosa de Sanlúcar de Barrameda
En profundidad
Sanlúcar posee 6 kilómetros de litoral, parajes naturales únicos, la esencia de ciudad señorial y una gastronomía envidiable. Su playa más famosa es Bajo de Guía . Ésta se expande a lo largo de 800 metros y 50 de ancho. Se trata de una playa urbana, con paseo marítimo, equipo de salvamento y acceso para personas con movilidad reducida. Gracias a su arena fina, resulta adecuada para el deporte de la vela u otros deportes relacionados con el viento.
En ella se ubica el pantalán del buque Real Fernando, que realiza travesías Guadalquivir arriba y atraca en Doñana. Junto a este pantalán se ubica el Real Club Náutico, que dispone de varadero y de acceso a embarcaciones.
Más allá de esto, hay otras curiosidades que, quizá, desconozcas de Bajo de Guía, como estas:
- El origen de este lugar se remonta al año 1870. Entonces se denominaba Choza de Ubreva al pequeño poblado de pescadores. Ubreva era el nombre de uno de sus residentes. Con el paso del tiempo pasó a llamarse Pago de Guía, por la Ermita de Nuestra Señora de Guía. Desde 1881 se conoce con el nombre actual.
- Entre 1911 y 1922 fue construido el Muelle de Olaso. El Marqués de Olaso, ordenó su edificación para la carga y descarga de pescado y de muelle de atraque para el pasaje de la línea fluvial Sevilla- Bonanza. En la actualidad, las embarcaciones están amarradas a la mar o recluidas en las instalaciones del club Náutico.
- La Cofradía de los Pescadores levantó una fábrica de hielo en 1947. En el 2000 fue reconvertida en el Centro de Recepción de Visitantes de Doñana.
- La playa de Bajo de Guía es atravesada de orilla a orilla por las hermandades del Rocío que cruzan el Guadalquivir.
- Un llamativo y descriptivo monumento a la Virgen del Rocío y a los rocieros da la bienvenida en el paseo marítimo de Bajo de Guía. Hasta 2017 se trataba del último de los monumentos en el mundo dedicados al Rocío. Se trata de una obra de José Manuel Lanza. Ésta fue bendecida en una ceremonia celebrada este sábado, presidida por monseñor José Mazuelos, y a la que acudieron más de 2.000 personas, aunque no estuvo exento de polémica.
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