El curioso nombre del mirador de uno de los pueblos más bonitos de Cádiz

Arcos es un pueblo con encanto ubicado a poco más de 30 minutos de Jerez. Casi como por arte de magia sus casas y edificios se desperdigan desde lo alto de una peña. Se trata del municipio más poblado y extenso de la comarca de Sierra de Cádiz, entre la campiña de Jerez y la serranía. Su potencial turístico es incuestionable y va in crescendo.

De cuento de hadas es la fotografía de Arcos desde la orilla del Guadalete. Alzas la vista y contemplas la imponente peña que acoge a sus habitantes y lugares casi oníricos como el Callejón de las Monjas o la San Pedro, uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa de finales del gótico y la Iglesia de San Pedro, uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa de finales del gótico y otro de los edificios que ver en Arcos imprescindibles.

El paseo irremediablemente cuenta con una pendiente considerable, llevadero con paradas en los numerosos lugares de interés y en sus establecimientos. Merece la pena una vez que llegas a lo más alto, dejando atrás la Basílica de Santa María de la Asunción, levantada sobre los restos de una mezquita árabe, declarada Monumento Nacional en 1931, el templo más antiguo e importante que ver en Arcos. Junto a la plaza del Cabildo, corazón del casco antiguo, por fin se encuentra el Mirador de la Peña Nueva, cuya entrada es neoclasica. Un vistazo desde lo alto a la vega del Guadalete del que le separan cien metros de vacío para sentir hormiguillas en el estómago. De ahí que se le conozca popularmente como 'el Mirador o balcón del coño', por el asombro y la impresión que casua a los visitantes. No es el único mirador de Arcos, aunque sí el más impresionante de todos. Lógicamente, si hay un mirador de la Peña Nueva hay otro de la Peña Vieja, donde da casi siempre la sombra.

Dos balcones del coño

El mirador arcense no es el único que goza de esta curiosa deniminación. En Ronda, pueblo situado en la serranía del mismo nombre que hay en Málaga, está el segundo. De camino al conocido Tajo de Ronda se encuentra el paseo de la Alameda con un mirador espectacular. A este lugar también se le conoce como Balcón del Coño. También se debe a que, de la impresión, cuando la gente se asoma espeta un: «¡coño!»