La espeluznante historia de la monja de la calle Vid en Jerez
TOUR PARANORMAL
Esta es una de las muchas historias escalofriantes que se cuentan en la ciudad. ¿La conocías?
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A veces la realidad supera a la ficción, otras la línea entre lo real, lo imaginado y lo paranormal están difusas o no son excluyentes entre sí. Algo así sucede con uno de los episodios narrados por algunos, sobre todo de forma oral, y que al parecer tuvo lugar en una conocida vía de Jerez de la Frontera.
Según cuentan, el callejón de la calle Vid, ha sido el escenario idóneo para contar diversas historias de terror, tramas que se encuentran entre lo real y lo imaginario. Esta calle acoge entre sus viejos muros y viviendas espíritus. En concreto, se habla de una monja "que nunca pudo alcanzar la paz después de morir durante el parto entre las paredes de uno de los edificios".
¿Quiénes se toparon con este supuesto cuerpo etéreo? La historia que se oye narra que una noche, dos hombres se toparon en la calle Vid con una monja que se hallaba fuera del convento, quien parecía necesitar e ir buscando ayuda. Los dos señores preguntaron a la religiosa si podían servirla de alguna manera. Ella expresó su agradecimiento. Seguidamente, les pidió que la acompañaran para cargar un saco que estaba a unos metros pocos de allí. Ambos cumplieron con su palabra y se apresuraron a prestarles ayuda.
¿Asesinato atroz?
Contra todo pronóstico, la supuesta monja aceleró el paso dejándolos atrás. Por un momento, a los dos les costó seguirle el paso. Continuaron hasta doblar la esquina. Entonces, el primero de los hombres se halló solo en la calle abandonada iluminada sólo por la luz de la luna. No había ni rastro de la monja ni de su compañero. De modo que, volvió sobre sus pasos y la escena que halló fue realmente escalofriante: encontró el cadáver de su amigo degollado con la mirada ya carente de vida del camarada. La sangre teñía el suelo. De fondo, el oscuro Convento Santa María de Gracia.
De la monja, nada más se supo. Tengan presente esta historia cuando transiten por la calle Vid, así como cuando se acerquen al Convento Santa María de Gracia, y observen con atención. Aunque lo más interesante es preguntar por los protagonistas y, por supuesto, por el supuesto espíritu asesino de la religiosa.
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