Andrea, inquilina del faro, muestra las vistas desde lo alto.
Andrea, inquilina del faro, muestra las vistas desde lo alto.
R.D.

26 de septiembre 2023 - 05:00

En el Faro de Chipiona es el más grande de nuestro país, el tercero más alto de Europa y el quinto en todo el mundo. Eso ya lo saben muchas personas. Lo que ignoran otras tantas es que en ese mágico lugar, aparentemente casi inaccesible, que alcanza los 69 metros de altura, según la web de la Autoridad Portuaria de Sevilla, el organismo al que pertenece, tiene inquilinos.

El Faro chipionero está en activo desde 1867. Es obra del ingeniero catalán Jaime Font y para llegar a lo más alto hay que subir un total de 344 escalones. Aunque las instalaciones de los faros gozan de automatización, en este caso aún se requiere de personas que se encargan de él y residen en el mismo. Una de las inquilinas de esta peculiar “vivienda” ha subido vídeos a TikTok que se han hecho virales por lo llamativo que resulta en la actualidad.

Tal y como público El Español la función principal del Faro de Chipiona es marcar la entrada al Guadalquivir, pero en su modernización ha conseguido no ser únicamente importante para los buques, sino también para los aviones, una petición que formuló en los años sesenta el gobierno de Estados Unidos por la proximidad de la base de Rota. “Su luz alcanza unos 50 kilómetros y se emite cada 10 segundos, una tecnología por la que vela su farero, Septimio Andrés, un madrileño del 67 que lleva en Chipiona desde 1995”.

La hija de Septimio, Andrea, ha compartido en más de una ocasión vídeos en TikTok donde muestra el recorrido de su habitación a la terraza contigua a la lente. Despierta la envidia de seguidores, curiosos y asombrados del idílico edificio en el que reside: "Cuando estoy aburrida en mi casa, pero recuerdo que vivo en un faro", afirma en el texto que complementa las imágenes.

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